Soy la mariposa de la puerta, me subo hasta el picaporte y entro por la cerradura, paseo por las habitaciones, y me subo por las escaleras, de rincón en rincón y soy la mariposa de la puerta.
Creo que admiran mi cuerpo esbelto porque mantiene limpia la csa de un suave perfume. Y me gusta pasar de un sitio a otro deslizándome por las tuberías. A veces muevo mis alas y salgo por la ventana, y la joven del tercero protesta que su estufa larga un humo insoportable, o rezongo en el lavadero del segundo y el cocinero José se queja de que la ornalla no funciona. De noche vuelo por el cielo y me asomo por el techo a observar si se mueve la luna abajo, y me dejo deslizar como el viento hasta el aljibe del jardín. Y en verano me tiro al pasto salpicado de flores, me acaricio la cara con una flor y después con otra la segunda mejilla, y eso me da una gran satisfacción.
Entonces me deslizo por la puerta del hogar, rezongando alegre, y los matrimonios se sacuden en su lecho y se afligen de la mala instalación de las aberturas. Algunos escriben en un papelito para acordarse de reclamarle al cerrajero cuando lo vean. Yo busco la puerta que está siempre abierta, por ahí me quedo un rato y miro la soledad de sus cuartos donde viven estos seres que no pueden arreglar sus hogares.
Les tengo un poco de lástima al verlos tan abatidos y solos. Cuando a la mañana se lavan la cara, rocío mi perfume en sus mejillas, en la nariz y me voy, sigilosamente agradecida de hacerles el bien.
Recreación del Discurso del oso de Cortázar
Natalia Julieta Mandrile
Recreación del Discurso del oso de Cortázar
Natalia Julieta Mandrile
1 comentario:
Ya estoy con ustedes, Naty.
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