¡BIENVENIDOS AL BLOG DEL TALLER LITERARIO DESPERTARES!

Bienvenidos al blog del TALLER LITERARIO DESPERTARES de la Biblioteca Popular "Cultura y Progreso" de Morteros, Córdoba, República Argentina.

Este blog se inicia el 14 de junio de 2011 para publicar los trabajos de los participantes del taller, que funciona en la Biblioteca Popular "Cultura y Progreso".

Ilustración de la cabecera: "El desván de la memoria" de José Manzanares, creador de sueños, artista plástico de Linares, Jaén, España.

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sábado, 20 de diciembre de 2014

221. EPANADIPLOSIS Y ANADIPLOSIS, recursos literarios


La epanadiplosis es una figura retórica que consiste en repetir, al final de una oración, la palabra misma palabra con la que había comenzado, a fin de obtener un efecto expresivo.

Son ejemplos de epanadiplosis en la literatura hispanoamericana:
Verde que te quiero verde. (Federico García Lorca)
última amarra, cruje en ti mi ansiedad última. (Pablo Neruda)
Silencio de la noche, doloroso silencio (Rubén Darío)

Fuerte es la Parca, pero tú más fuerte;
no se debió a su golpe tu caída… Gabriel Bocángel.

Iguales somos en la esencia, iguales… Juan Meléndez Valdés, “La caída de Luzbel”.

¡Hurra, cosacos del desierto, hurra! José de Espronceda

El dueño de las tórtolas, el dueño… Rubén Darío.

¿Cómo era, Dios mío, cómo era? J. R. Jiménez

Verde que te quiero verde… Federico García Lorca.

Fuera menos penado si no fuera
nardo tu tez para mi vista, nardo,
cardo tu piel para mi tacto, cardo,
tuera tu voz para mi oído, tuera… Miguel Hernández.

Última amarra, cruje en ti mi ansiedad última. Pablo Neruda.

Se emplea en la prosa también; Francisco de Quevedo en su Vida de Marco Bruto lo combina con sus habituales paradojas:
Solamente los hechiceros de la ambición pudieron confeccionar corona que quitase corona, honra que atosigase la honra, vida que envenenase la vida, adoración que produjese el desprecio, aplauso que granjease odio.



La palabra proviene del griego επαναδιπλωσις, y tenía en esa lengua el mismo significado, a partir de otro anterior, de 'duplicación, reiteración'. Era equivalente a epanalepsis επαναληψσις, también recogida en castellano.
El vocablo griego, que nos llegó a través de los romanos, provenía del verbo anadiploun αναδιπλωυν 'doblar, plegar', a partir del adjetivo diplous διπλωυν 'doble'.


Anadiploun dio lugar también al nombre de otra figura retórica, la anadiplosis, que consiste en repetir la última parte de un grupo sintáctico de un verso, al comienzo del siguiente:

Oye, no temas, y a mi ninfa dile,
dile que me muero.
Esteban Villegas (s. XVII).

Mal te perdonarán a ti las horas;
las horas que limando están los días,
los días que royendo están los años.
Luis de Góngora, siglo XVII.

Oye, no temas, y a mi ninfa dile,
dile que muero. Esteban Manuel de Villegas

Abre, que viene el aire
de tu palabra… ¡Abre!
Abre, Amor, que ya entra… ¡Ay! Miguel Hernández.

Mi sien, florido balcón
de mis edades tempranas,
negra está, y mi corazón,
y mi corazón con canas. Miguel Hernández.

Yo escucho cantos
de viejas cadencias
que los niños cantan
cuando en corro juegan (...)
y dicen tristezas,
tristezas de amores
de antiguas leyendas. Antonio Machado.

Nadie ama solamente un corazón:
un corazón no sirve sin un cuerpo. J. M.ª Fonollosa, Ciudad del hombre, New York.

En el caso que solo se repita el final de la palabra se llama eco encadenado:

El Soberano Gaspar
par es de la bella Elvira
vira de amor más derecha,
hecha de sus armas mismas. Sor Juana Inés de la Cruz.

http://elcastellano.org
http://retorica.librodenotas.com/Recursos-estilisticos-sintacticos/epanadiplosis
http://retorica.librodenotas.com/Recursos-estilisticos-sintacticos/anadiplosis


miércoles, 17 de diciembre de 2014

220. DIARIOS DE ADÁN Y EVA de Mark Twain (1835-1910)




Título original: EXTRACTS FROM ADAM´S DAIRY (1893)



EL DIARIO DE ADÁN Y EVA de Mark Twain
Un relato en el que Mark Twain pone de manifiesto sus hilarantes y poco ortodoxas opiniones sobre la religión.
«Me gusta una buena historia bien contada. Por esta razón, a veces me veo obligado a contarlas yo mismo». Con estas palabras Mark Twain, según Hemingway el padre indiscutible de la literatura estadounidense, defendía sus cuentos, hábilmente tramados, de inventiva inagotable y personajes inolvidables. El diario de Adán y Eva (1893-1905), una divertidísima y por tanto poco ortodoxa reconstrucción de la vida en el Jardín del Edén, es una excelente muestra. Este relato forma parte de la antología Cuentos selectos.


PARTE I: EXTRACTOS DEL DIARIO DE ADÁN
Lunes
Esta nueva criatura del pelo largo empieza a ser un poco pesada. No hace más que seguirme y hacerse la encontradiza. No me gusta. No estoy acostumbrado a tener compañía. Preferiría que se quedase con los demás animales… Hoy está nublado, sopla viento de poniente, creo que tendremos lluvia… ¿Tendremos? ¿Por qué he dicho eso? Ahora caigo: la nueva criatura siempre habla así.

Martes
He estado inspeccionando la gran cascada. Es de las cosas más bonitas de la finca, o eso opino yo. La nueva criatura la llama «cataratas del Niágara», no estoy muy seguro de por qué. Dice que se parece a las cataratas del Niágara. Pero eso no es una razón, sino una idiotez absurda. No me deja poner nombre a nada. La nueva criatura le pone nombre a todo lo que encuentra antes de que yo pueda decir nada. Y siempre pone la misma excusa: que se parece a algo. Ahí está, por ejemplo, el dodo. Ella sostiene que, nada más verlo, uno se da cuenta de que «parece un dodo». Seguro que se queda con ese nombre. Estoy harto de preocuparme por eso, y además no sirve de nada. ¡Un dodo! No parece más un dodo de lo que pueda parecerlo yo.

Miércoles
Me he construido un refugio para la lluvia, pero no hay manera de estar tranquilo. La nueva criatura siempre acaba entrometiéndose. Cuando traté de echarla, vertió agua por los agujeros que utiliza para mirar, se los secó con la parte trasera de las patas e hizo un ruido como algunos de los otros animales cuando se asustan. Ojalá no hablase tanto; se pasa el día hablando. Parece que trato de criticar a la pobre criatura, de vilipendiarla, pero no es esa mi intención. Nunca había oído una voz humana, y cualquier sonido nuevo y extraño que interrumpa el solemne susurro de estas soledades me molesta e irrita. Y ese nuevo sonido está tan cerca, justo junto a mi hombro, en el oído, primero en uno y luego en el otro, y yo estoy acostumbrado a sonidos más o menos lejanos.


PARTE II: DIARIO DE EVA (Traducido del original)
Domingo de la semana siguiente
Me he pasado la semana siguiéndolo y tratando de que nos conozcamos. He tenido que llevar todo el peso de la conversación porque es muy tímido, pero no me importa. Parecía contento de tenerme cerca y empleé mucho la segunda persona del plural, porque parecía gustarle que lo incluyera también a él.

Miércoles
Nos llevamos muy bien y cada vez nos vamos conociendo más. Ya no trata de evitarme, lo que parece buena señal y demuestra que le agrada tenerme cerca. Eso me gusta y trato de ayudarle en todo lo que puedo, para que me coja más aprecio. Estos últimos dos días le he librado de la preocupación de tener que poner nombre a las cosas; para él ha sido un gran alivio, pues no se le da muy bien, y es evidente que está muy agradecido. No se le ocurre ni un solo nombre racional, pero yo procuro darle a entender que no me he dado cuenta de ese defecto. Siempre que aparece una nueva criatura, le pongo nombre antes de que tenga tiempo de avergonzarse por su silencio. De ese modo le he ahorrado muchos malos ratos. Yo no comparto su defecto. En cuanto le echo la vista encima a un animal, sé lo que es. No tengo que pensarlo ni un momento: se me ocurre su nombre en el acto, como por inspiración, y sin duda debe de serlo, pues un momento antes no tenía ni idea. Es como si supiera de qué animal se trata por la forma y el modo en que se comporta.

Cuando apareció el dodo, él pensó que era un gato montés…, lo vi en sus ojos. Pero le ahorré la vergüenza. Y tuve mucho cuidado de decirlo sin herir su orgullo. Hablé con sorpresa y naturalidad, sin asomo de pedantería, y dije: «¡Vaya, si tenemos aquí un dodo!», y le expliqué, sin que pareciera que se lo estaba explicando, por qué sabía que se trataba de un dodo, y, aunque me pareció que estaba un poco picado de que yo conociera un animal que él desconocía, era evidente que me miraba con admiración. Fue muy agradable, y lo he recordado varias veces antes de dormir. ¡Qué cosas tan nimias bastan para alegrarnos cuando sentimos que nos lo merecemos!

Jueves
Mi primera desilusión. Ayer se pasó el día dándome esquinazo y era como si no quisiera que le hablase. Yo apenas podía creerlo y pensé que se trataba de algún malentendido, pues me encanta estar con él y oírle hablar, y no entendía que él pudiera ser tan desagradable si nunca le he hecho nada malo. Pero al final resultó ser cierto, así que me marché y me senté sola en el mismo sitio donde lo vi la mañana en que nos hicieron, cuando aún no sabía lo que era él y lo veía con indiferencia; ahora se había convertido en un lugar triste, todo me apenaba y me recordaba a él. No sabía por qué exactamente, porque era una sensación nueva; no la había experimentado nunca antes y era un misterio que no sabía resolver.


Pero, cuando anocheció, no pude soportar la soledad y fui al nuevo refugio que ha construido, para preguntarle qué le había hecho y cómo podría repararlo para que volviese a ser amable conmigo, pero me sacó a la lluvia y sufrí mi primera desilusión.




https://www.youtube.com/watch?v=N8tvw8I8BSY  (Audiolibro)

Samuel Langhorne Clemens, conocido por el seudónimo de Mark Twain (Florida, Misuri, 30 de noviembre de 1835 – Redding, Connecticut, 21 de abril de 1910), fue un popular escritor, orador y humorista estadounidense. Escribió obras de gran éxito como El príncipe y el mendigo o Un yanqui en la corte del Rey Arturo, pero es conocido sobre todo por su novela Las aventuras de Tom Sawyer y su secuela Las aventuras de Huckleberry Finn.

martes, 18 de noviembre de 2014

219. El cuento fantástico - Literatura - Educatina

218. ESQUEMA ACTANCIAL - TEORÍA

LOS PERSONAJES Y LOS ACTANTES
   Los distintos personajes de una narración ejecutan acciones que los relacionan entre sí. Por ejemplo, el accionar del detective para esclarecer un crimen se enfrenta con el objetivo del criminal de no ser descubierto, por lo que entre el detective y el criminal se establece una relación de oposición.
Según las acciones que realicen los personajes, su rol se corresponderá con una función básica: desear algo; transferir (un mensaje, un secreto, un objeto valioso); recibir (esos elementos); ayudar a alguien a conseguir algo; oponerse a que lo consiga.
Sin embargo, además de los personajes, intervienen otros elementos que también pueden cumplir algunas de las funciones anteriores. Por ejemplo, si un detective emplea una lupa para descubrir una huella digital a fin de resolver el caso, estos elementos desempeñan las funciones de ayudar a ese sujeto.
En ese sentido, se denomina actante a cualquier componente (ser o cosa) que participa en su desarrollo y desempeña alguna de las anteriores funciones. De esta manera, la categoría de actante supera a la de personaje, por lo que en un relato pueden existir muchos personajes, pero sólo seis actantes. Estos conforman el esquema actancial:
  • Un sujeto que posee un proyecto o desea algo.
  • El objeto, aquello a lo cual tiende o busca el sujeto.
  • El destinador, que hace posible que el objeto sea accesible al sujeto.
  • El destinatario, que será quien reciba el objeto.
  • El ayudante, que presentará su apoyo al sujeto para que alcance su objeto.
  • El oponente, que pondrá obstáculos a la labor del sujeto.

Texto recomendado para entender de qué se trata: El Esquema Actancial de personajes
Crear personajes puede ser un arduo trabajo de investigación, de buceo en modelos conocidos, de rastreo de las necesidades de la historia que querés contar o puede que te pase como a mí: Los desgraciados (mis personajes) se me aparecen en la cabeza hablándome de cualquier cosa sin que yo pueda ni hacerlos callar, ni saber concretamente qué acciones podrían realizar en una buena historia. Ellos hablan y hablan (en general nacen de a uno (una en la mayoría de los casos) y monologan incansablemente) hasta que yo me decido a sentarme delante del teclado y hacer que “les pase algo”. Me cuesta mucho armar una secuencia de hechos interesantes y evitar que las minas que invento (en general son minas) dejen de parlotear en un tiempo eterno donde no hay “acción” (ni violenta con autos y armas, ni de la otra).
El esquema de personajes que voy a proponerles hoy es, precisamente, para saber qué hace cada personaje: no cómo es física ni emocionalmente, no cómo habla, sino cuál o cuáles son sus objetivos y cómo se relaciona (según ese objetivo) con los demás personajes. Se llama “esquema actancial” porque analiza a cada personaje como un “actante”, alguien que “actúa”, que “acciona”, que realiza una acción, que mueve un entramado de sucesos (no como mis personajas que se la pasan charlando). Veamos la teoría básica (no te desesperes con las definiciones: juro que lo vas a entender refácil cuando llegues al ejemplo de Caperucita Roja).
Un esquema actancial consta de seis elementos:
Sujeto: Es el personaje que tomaré como centro del esquema, aquél que realiza una acción, que busca cumplir con algún objetivo, que se mueve con algún objeto. (Cualquier personaje, principal o secundario, puede ser tomado como sujeto para realizar un análisis diferente o profundizar en las relaciones de los personajes entre sí.)
Objeto u objetivo: Es lo que el sujeto quiere conseguir, lo que lo mueve a actuar.
Destinador: Es el personaje o la fuerza externa o interna que mueve al sujeto a querer conseguir el objeto u objetivo.
Destinatario: Es quien se beneficia si el sujeto consigue el objeto u objetivo (puede ser el mismo sujeto u otro personaje o ambos).
Ayudantes: Son los que ayudan, precisamente, al sujeto a conseguir el objeto.
Oponentes: (Apuesto a que ya sabés la definición de esto sin que yo te la escriba): Sí, son los que se oponen a que el sujeto consiga el objeto.

Ejemplo tonto (acordate o releé lecciones anteriores para valorar un buen ejemplo “tonto”):
¿Se entiende? La cosa cambia si ponés como sujeto al lobo, cuyo objetivo es comerse a Caperucita, movido por ¿el hambre?, ¿la maldad?, ¿la lujuria?, y con él mismo como único beneficiario, sin ayudantes, pero con muchos oponentes, lo que justificará su derrota final.
Utilizar este esquema te servirá para darle coherencia a tus historias: Alguien cuyo objetivo es conquistar el planeta Venus no puede pasarse tres páginas hablando sobre su infancia a menos que eso sea decisivo para explicar cuál es su destinador (alguna experiencia infantil, un mandato paterno, etc.) o para justificar su destinatario (quiere conquistar el planeta para regalárselo a su abuelita) o para presentar a sus ayudantes o cualquier cosa que le dé a la narración de la escena infantil un sentido claro dentro del esquema de la acción.
Si te ponés a analizar los cuentos, novelas, obras de teatro, historietas, series o pelis con este esquema actancial vas a ver cuántas posibilidades de conocer a los personajes y sus motivaciones te aporta. A mí el elemento que más me gusta es el destinador. Ej: ¿Qué mueve a Frodo Bolsón hacia Mordor para destruir el anillo? ¿Su valentía? ¿Su fidelidad a los amigos? ¿Su necesidad de conservar el mundo que conoce? ¿La fuerza de la amistad de Sam? ¿La seguridad de que es sólo él quien puede hacerlo? ¿Su deseo de desterrar al mal del universo? Pensar en los oponentes abstractos además de los representados por personajes concretos también está bueno: ¿Y quiénes son los verdaderos y más poderosos oponentes de Frodo? ¿Los orcos? ¿Sauron? ¿O la avaricia de los humanos? ¿La mezquindad de Boromir (¡cómo amo a Boromir y Faramir!) o la de todos los humanos? ¿La cobardía inicial del heredero de Isildur? ¿La desunión de La Tierra Media? ¿Los elfos que se borran?
Así podemos seguir especulando, discutiendo, agregando nuevos aspectos a cualquier historia y cualquier personaje. Probá y vas a ver qué importante será saber por qué un personaje no tiene ayudantes o cuyo único destinador es él mismo, un personaje que desconoce su objetivo y anda a tientas, uno que cree tenerlo muy claro pero a mitad de la narración vive algo que lo hace cambiar ese objetivo por completo. Algo muy interesante es realizar el esquema poniendo a los personajes secundarios como sujetos para ver cómo los objetivos y destinadores de ellos influyen (para bien o para mal) en los objetivos de los personajes centrales. ¿Que se te va a armar flor de kilombo? Y sí, pero yo prometí explicarte pero no aburrirte, ¿no?
Caputxeta por James McPartlin

martes, 4 de noviembre de 2014

217. CUATRO GUIRNALDAS





En el origen de tus sueños
Yace un montón de esperanzas
A la vez que el molinillo desgrana aventuras
Y juegas al amor.



En el Delta hay una montaña de silencio
Y un arroyo de pesadillas
Las niñas de mi alucinación me desvelan
La sombra de la noche dibuja mi silueta.



Que amable Don Asencio espera a su novia en el sulky
Cada dos por tres reposa
Ella lo pellizca sin compasión



Que amable Don Asencio reposa cada dos por tres
Mientras espera a su novia en el sulky
Y ella lo pellizca sin compasión
Él le pide perdón con una flor.



Natalia Julieta Mandrile

Morteros, 04/11/2014

sábado, 1 de noviembre de 2014

216. CUATRO GUIRNALDAS DE VERSOS AL CALOR DE LA NOCHE (Creación colectiva)



En tu habitación hago volar el sonido de mi voz
y en la madrugada de tus besos quedo dormida.
Tu cariño baila en las páginas de mi alma
cuando los ojos del pecado son ancianos en mi vida.






En la isla hay una montaña de silencio
pero las sombras me traen tu silueta.
Por un riachuelo de pesadillas
las hijas de la alucinación mis sueños desvelan.








En la quietud aúllan tus recuerdos
mientras el molinillo aventuras desgrana.
Tu cabecita de doncella sueña con el amor
y en el origen de mis sueños yace la esperanza.








        ¡Qué caballero es Raúl Asencio!
        Dormita cada dos por tres
        mientras espera en el sulky
       y ella lo pellizca sin interés.






Creación colectiva del Taller Literario del martes 28-10-14
Talleristas:
Natalia Mandrile
María Esther Acosta
Mabel Peralta
Marta Alicia Pereyra (Coordinadora)



=> Consigna para escribir estas guirnaldas:
1.Extraer palabras al azar de dos libros y anotarlas.
2.Emplear ese vocabulario en frases poéticas.
3.Con esas frases armar guirnaldas de cuatro versos, con rimas.
4 Cada grupo de 4 versos constituye una guirnalda de versos.

miércoles, 29 de octubre de 2014

215. MI LABERINTO (Recreación del cuento "La Casa de Asterión" de Jorge Luis Borges)



Asterión o Minotauro y Teseo en el Laberinto de Creta


En el laberinto de mi vida soy Asterión. Atravieso las puertas de mi palacio y me persiguen seres imaginarios.
Desde que mi madre, la reina, me dio a luz, dijo que mi nombre significa “el que brilla”.
En mi historia familiar tuve demasiadas rivalidades por minucias. ¿Creen que pueden dominarme? Sé que estoy capacitada para algo importante.
Hasta que un mal día surgió un enfrentamiento entre nosotros y, mi lucha interna no tuvo fin. Me decidí a defender mi paz de sus tácticas invasivas. Recordé al rey, mi padre, que ya no está y que me decía que defienda mis ideales.
Usé mi magia celestial ya que mi padre me la trasmitió.
En medio de mi dolor encontré la paz y mis amigos me ayudaron a liberarme de mi soledad.



Teseo y Asterión o Minotauro en un vaso griego.


Vista parcial del palacio de Cnosos en Creta 
que tiene una arquitectura laberíntica. 



>Recreación del cuento "La Casa de Asterión" de Jorge Luis Borges.


Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 29/10/2014

jueves, 9 de octubre de 2014

214. MOLINO DE VIENTO


 Yo contemplo     los     campos,
de nacientes  horizontes  polvorientos.
De mil  crepúsculos y sus cuatro lunas.
De  nubes de tarde que cruzan,
¡Ah! todavía las sigo viendo…

Mis  manos en lo profundo del  fango subterráneo,
buscan  con sed de agua y  de vientos.
En  tierras prófugas que el destino deposito,
a mi encuentro.

Mi rítmica música,
Iluminada de nocturnas estrellas,
En el sin fin de celestiales cielos,
y ocasos soles de   infiernos.
Acompañan   silencios.

Mis ojos,
testigos del gaucho,
y su caballo sediento.
Del inmigrante europeo,
de su dicha y desdicha.
Del arado,
abriendo historias en el suelo.

Confieso en el tiempo,
haber soñado,
con fragmentada memoria.
Que he sido,
Pájaro,
Agua,
Brújula,
Árbol,
Cielos.
Pero hoy  soñé,
por un instante que he sido,
Viento. 

                                                                                                            Marcelo E. Pavese

jueves, 2 de octubre de 2014

213. Catorce maneras de ser creativo



http://serescritor.com/14-maneras-de-ser-creativo/

Navegando en la web, el otro día tropecé con un artículo en francés, escrito por Eric Mainville, en el cual el autor sugiere 14 maneras de ser creativo. Son recomendaciones simples, de sentido común, que me he permitido traducir con alguna libertad y traerlas a este blog: quizá te sirvan para salir de un apuro:

14 maneras de ser creativo

1.- Aislarse. Crear algo, cualquiera que sea el campo en que te mueves, lleva su tiempo, un tiempo en el que el autor está solo, lleno de dudas, de interrogantes, al no encontrar el camino. Por eso, la mayoría de la gente prefiere las actividades sociales, es lo más cómodo, la vida social nos incita a no ser creativo. Y cuando consigues aislarte de verdad, la pregunta que te surge es algo así como «¿qué quiero hacer?», un enigma cuya solución es construir un programa de trabajo, que te puede convertir en un auténtico creador, si eres capaz de cumplirlo.

2.- Empezar.- Lo más difícil de todo es ponerse a escribir, incluso para crear algo simple, trivial. Es un momento doloroso que hay que superar, para vencer el miedo que nos bloquea. No hay más remedio que salvarlo, quizá mediante algún truco: no mires la cima del monte, da sólo el primer paso. Lo importante es comenzar, luego ya será más fácil.

3.- Organizarse.- En contra de lo que se cree, los artistas no son chiflados dotados del don de crear espontáneamente bajo el efecto de la inspiración. Son personas organizadas que poseen un método: cada uno ha de encontrar el suyo, las herramientas que precisa, su ritual. Sólo una recomendación: lleva siempre contigo una libreta y un bolígrafo, las ideas te pueden surgir en cualquier momento.

4.- Alimentarse.- Para saber escribir, hay que saber leer. Y para saber leer, hay que saber vivir (Guy Debord). La creación ex nihilo no existe. Incluso el genio precoz que fue Rimbaud leyó a todos los poetas que le precedieron antes de dedicarse a la poesía.

5.- Intercambiar.- La discusión con los colegas es otra manera de alimentarse. Es quizá la más natural, la más vital. Aunque para escribir, hay que aislarse, también es necesario intercambiar opiniones. Samuel Beckett escribía en una habitación situada enfrente de una cárcel. Todos los días sentía la necesidad de comunicarse con un preso que estaba dentro y lo hacía enviándole señales luminosas con un espejo. En ese momento, eso era para él más importante que escribir.

6.- Rumiar.- “Los lectores no llegan a entender un libro hasta que consiguen rumiarlo”, en el sentido que da Nietzsche a esta palabra. Esta capacidad de rumiar, de digerir lentamente una obra es una habilidad que conviene cultivar, un proceso que lleva su tiempo. Somos demasiado impacientes, apreciamos los actos que nos aportan beneficio inmediato. Hay que aceptar periodos improductivos, al menos, en los primeros momentos.

7.- Copiar.- Los artistas copian… todos copian. Se puede copiar para aprender, como lo hace un pintor con los lienzos de los grandes maestros. Te puedes inspirar en una obra ya escrita, tomar prestada una idea, sin necesidad de llegar al plagio. Pensar que un creador es capaz de construir algo partiendo de cero es un error, lo que hace es recomponer, un trabajo de curandero además de creativo.

8.- Despegar.- Crear es entrar en contacto con tu verdadera personalidad, es sacar a la luz lo mejor que tienes dentro. Si te preguntas qué efecto quieres producir en el lector, la respuesta es: sacudir la parte más digna del ser que me está leyendo.

9.- No acelerar.- Es importante mantener un ritmo y no acelerarlo, descubrir tus puntos fuertes, conocer el momento del día en que eres más creativo, en el que podrás obtener el máximo rendimiento.

10.- Centrarse. La distracción es el azote de nuestro tiempo, la infoxicación. Con Internet, la atención se dispersa hacia multitud de fuentes de información. Aprende a hacer sólo una cosa, concéntrate en una tarea y trata de concluirla.

11.- No juzgar. Aceptar ideas si analizarlas es un criterio que sirve para una sesión de brainstorming. Nos molesta aceptar lo nuevo, ya que lo valoramos en función de lo que conocemos. Prescindir de tu opinión (por un tiempo) es la única forma que tienes para admitir una novedad.

12.- Corregir. Es un de los puntos más importantes. Un texto no surge al primer intento, corrígelo las veces que sean necesarias. Un libro nunca está concluido, siempre se te ocurrirá una mejora. Hay autores que cambian el contenido incluso después de publicarlo y su contenido evoluciona, sobre todo si es digital.

13.- No comparar. Este criterio es válido para todo en la vida, nos evita el sufrimiento.

14.- Exagerar. Describir la realidad no es suficiente, no funciona si pretendes escribir un buen libro. Hay que exagerar. Cuando Simenon creó a Maigret, exageró el personaje. El hombre es pesado, fuma su pipa constantemente, bebe cerveza siempre que puede y tiene las mismas costumbres. Eso hace que el personaje parezca real.

http://serescritor.com/14-maneras-de-ser-creativo/

jueves, 25 de septiembre de 2014

212. Sensaciones


Bajo la inmensidad del mar

encontré un camino aislado,

junto a un sendero desolado.

Tapado de cosas

arrastradas por la marea.

Me deje llevar a lo profundo

y su ímpetu me condujo,

a una playa desierta.

Bañándome con su perfumado oleaje,

descubrí un mundo distinto

en el que me sumergí


y viví mil sensaciones.






Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 25/09/2014

miércoles, 24 de septiembre de 2014

211. CUATRO GUIRNALDAS DE VERSOS



Suena una música dulce entre el ramaje
y las castañuelas de tacones en la estación.
La soledad derrama gotas de tristeza
y anidan los lazos de amor en tu balcón.






Los jazmines se huelen en tu piel
y un rumor besa las caricias y los gestos.
El sonido de la trompeta es un relámpago de oro
en las paredes de colores nuevos.





Carteles, faroles y el espejismo de un hombre
abren la puerta del rocío
y soy un reflejo de tu silencio
en el eco del tiempo tardío.






Por un incierto camino de polvo y piedras
fenezco como el sol del atardecer.
Me desdibujo en gotas de tristeza al viento
y me devora el monstruo del anochecer.



Integrantes del Taller Literario en su tarea de escribir.

La consigna fue esta: =>Pensar y emitir frases cortas que expresen ideas bonitas. Luego, se buscará la forma de ordenar las frases para que rimen. Se agregan otras en medio si no se pueden lograr las rimas. Se van adecuando las frases para lograr la coherencia.

Creación colectiva del Taller Literario “Despertares” del 23-09-14:
Talleristas:
María Esther Acosta
Silvia Beatriz Herrera
María del Tránsito Pineda
Marta Alicia Pereyra Buffaz (Coordinadora)


lunes, 15 de septiembre de 2014

209. “Los cinco cuentos cortos más bellos del mundo” de Gabriel García Márquez



Caricatura de G. G. Márquez por Walter Toscano

Así llamó Santiago Mutis Durán a una selección que hizo de relatos de Gabriel García Márquez: “Para la exposición de Gabriel García Márquez que preparé hace más de diez años, titulada «Yo sólo quería contar un buen cuento», revisé, dentro de sus varios miles de páginas de periodismo, 5 brevísimas historias contadas por él, que llamamos “Los cinco cuentos cortos más bellos del mundo”, y que se publicaron posteriormente en la revista Conversaciones desde la Soledad (Bogotá, 2001)”.

http://e-kuoreo.blogspot.com.ar/2013/02/71-los-cinco-cuentos-cortos-mas-bellos.html


I

   Un niño de unos cinco años que ha perdido a su madre entre la muchedumbre de una feria se acerca a un agente de la policía y le pregunta: “¿No ha visto usted a una señora que anda sin un niño como yo?”.


II

   Mary Jo, de dos años de edad, está aprendiendo a jugar en tinieblas, después de que sus padres, el señor y la señora May, se vieron obligados a escoger entre la vida de la pequeña o que quedara ciega para el resto de su vida. A la pequeña Mary Jo le sacaron ambos ojos en la Clínica Mayo, después de que seis eminentes especialistas dieron su diagnóstico: retinoblastoma. A los cuatro días después de operada, la pequeña dijo: “Mamá, no puedo despertarme... No puedo despertarme”.


III

   Es el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde un décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.


IV

   Dos exploradores lograron refugiarse en una cabaña abandonada, después de haber vivido tres angustiosos días extraviados en la nieve. Al cabo de otros tres días, uno de ellos murió. El sobreviviente excavó una fosa en la nieve, a unos cien metros de la cabaña, y sepultó el cadáver. Al día siguiente, sin embargo, al despertar de su primer sueño apacible, lo encontró otra vez dentro de la casa, muerto y petrificado por el hielo, pero sentado como un visitante formal frente a su cama. Lo sepultó de nuevo, tal vez en una tumba más distante, pero al despertar al día siguiente volvió a encontrarlo sentado frente a su cama. Entonces perdió la razón. Por el diario que había llevado hasta entonces se pudo conocer la verdad de su historia. Entre las muchas explicaciones que trataron de darse al enigma, una parecía ser la más verosímil: el sobreviviente se había sentido tan afectado por su soledad que él mismo desenterraba dormido el cadáver que enterraba despierto.


V

   El pelotón de fusilamiento lo sacó de su celda en un amanecer glacial, y todos tuvieron que atravesar a pie un campo nevado para llegar al sitio de la ejecución. Los guardias civiles estaban bien protegidos del frío con capas, guantes y tricornios, pero aun así tiritaban a través del yermo helado. El pobre prisionero, que sólo llevaba una chaqueta de lana deshilachada, no hacía más que frotarse el cuerpo casi petrificado, mientras se lamentaba en voz alta del frío mortal. A un cierto momento, el comandante del pelotón, exasperado con los lamentos, le gritó:
   —Coño, acaba ya de hacerte el mártir con el cabrón frío. Piensa en nosotros, que tenemos que regresar.

208. Jairo Aníbal Niño (1941-2010) - Minicuentos



Nació en Moniquirá, Colombia, en 1941. Murió en Bogotá, en 2010. Como estudiante universitario, formó el grupo de pintores La Mancha. Premio Enka de Literatura Infantil, con el libro Zoro (1977). Primer premio en el Concurso Nacional de Guiones Cinematográficos, convocado por Focine (1980). Premio Iberoamericano Chamán (1990). La Organización Internacional para el Libro Juvenil (Suiza) pone su obra Preguntario en la Lista de Honor (1992). Premio Cuchilo Canario de Narración (España, 1993). La Asociación Mexicana de Narradores le otorga el Premio Caracol al Mérito (1996). Obtuvo varios premios en el Festival Mundial de Teatro en Nancy (Francia). Fue conferencista y director de talleres en Colombia, México, Venezuela, España, Costa Rica, Uruguay y Argentina. Dirigió la Biblioteca Nacional de Colombia y fue catedrático en varias universidades del país.
Autor de más de 40 obras literarias entre las que están: El baile de los arzobispos o Las bodas de lata (1969), El sol subterráneo, Los inquilinos de la ira, El golpe de estado y El monte Calvo. Ha sido traducido al inglés, francés, alemán, portugués, finlandés, eslovaco y chino. De los libros Puro pueblo y Toda la vida, publicados en Bogotá por Carlos Valencia Editores (1977 y 1979, respectivamente) sacamos la siguiente muestra mini-cuentística del autor.

http://e-kuoreo.blogspot.com.ar/search/label/Jairo%20An%C3%ADbal%20Ni%C3%B1o

La fuente de la eterna juventud

   Y cuentan que don Gonzalo Fernández de Vivar y Montero, durante la Conquista, buscó afanosamente por estas tierras la fuente de la eterna juventud. En medio de los pantanos, en la selva, en los páramos, registró el aire, oteó el lugar donde nacen las aguas, investigó de boca en boca las viejas leyendas. En su caballo pinto vagó muchos años por estos lugares hasta que un día percibió un pequeño cambio; algo así como un anuncio, como un signo. Una transformación del aire, del color de los árboles, del olor del agua. Avanzó hasta un claro del bosque y presenció un espectáculo que lo dejó maravillado. Un tigre, corpulento y feroz, rugido manchadoanaranjado, las garras poderosas y fuertes, el ojo girando, buscando el colmillo donde hincar y destrozar, frente al enemigo que lo esperaba sereno con un algo de quietud en el cuerpo. El tigre gigantesco dio un salto en el aire, rugió, cayó levantando la hojarasca, viró presto a continuar el ataque, hasta que sintió el feroz golpe, la mortal desgarradura, la sangrienta herida en el vientre. La libélula había hecho presa de él; le había dado el golpe mortal y el tigre empezó a morir bajo la vibradora luz de sus alas. Don Gonzalo acarició su barba de 95 años de longitud, espoleó su caballo y penetró en la floresta húmeda. Y aquel día de gracia de San Martín, en medio de frescas hierbas, con pájaros dorados dando vueltas de carnero en el césped, con roedores de ojos plateados durmiendo la siesta en sus orillas, encontró la fuente de la eterna juventud. Bajó de su caballo pinto y, tembloroso, hincó la rodilla en tierra, declarando esa fuente propiedad de Fernando e Isabel de Castilla, sacó de su armadura el gran escapulario obsequio del Papa, penetró en la fuente, avanzó mientras entonaba cantos de alabanza a Dios y a María Santísima y murió ahogado en las turbulentas aguas.


La casa de oro

   Es cierto que yo era uno de los animales más veloces de la tierra, dijo la tortuga. Y añadió: Es cierto que le gané en la carrera a la liebre y que vencí a Aquiles. Todo eso pasó cuando tenía el cuerpo desnudo. Sentía sobre mi piel el aire y el viento y era fuerte y veloz. Pero un día decidí que debía tener un palacio. Entonces construí, con los mejores materiales, una morada que fuera espléndida e indestructible. Elaboré lámina por lámina, como un orfebre, la concha. Y me metí en ella. Entraba y salía cuando me daba la gana y viví un período de gran placidez. Pero ocurrió que, poco a poco, la casa empezó a crear garras para sujetarme y una mañana, en que la lluvia me invitó a correr desnuda por el bosque, me di cuenta que no podía salir, que mi casa me había hecho prisionera para siempre.


Blasfemia

   Y Dios, desde la mata de su solitud, de las distancias y del tiempo, había emprendido la búsqueda. Como un aire de luz se desplazaba por el espacio infinito.
   Se había posado en planetas de piel de niebla, en estrellas de entrañas irisadas, había viajado cubierto por el polvo de un sol moribundo, se había metido en interminables ojos estelares, y había llegado a galaxias llenas de un silencio blanco y duro.
   Fatigado, descendió un día en un planeta calafateado por nieves eternas. Se dejó caer junto a una montaña gemidora y mirando hacia el espacio, hacia un solecito tibio y unos astros diminutos que lo acompañaban, decidió suspender la búsqueda, regresar a su estrella apagada, y el paroxismo de su soledad y desesperación, la blasfemia estalló en sus labios cuando dijo:
   —He sido un iluso; el hombre no existe.


Las artes del vuelo

   Y Omar Jayam tomó una paloma mensajera, le ató a una de sus patas un tubito de plata en cuyo interior iba un mensaje de amor para Mirta, y la lanzó a los aires.
   Los enemigos de Omar vieron salir la paloma de la casa de los astros y una docena de arcos lanzaron sus flechas al cielo. Uno de los dardos atravesó al ave.
   Pero la paloma había sido adiestrada en las artes del vuelo y del coraje, y Mirta en su lejana casa de las montañas vio llegar al palomar una flecha ensangrentada con el nevado cuerpo de la paloma muerta.


El remordimiento

   Nadie supo jamás que Noé buscó desesperadamente el olvido en la borrachera del vino, porque el día gris en que el hambre y la desesperación empaparon al arca, él, en lo más oscuro de la bodega, había devorado la pareja de animales refulgentes de corazón dorado, capaces de cantar y con la facultad para contar historias por medio del baile. Eran los dos animales más bellos del mundo.


Caperucita y el lobo

   El lobo entre los vapores de la borrachera mostró la larga cicatriz de su vientre y con voz aguardientosa dijo: Mi pena me ha lanzado a la pernicia y al vino. Mi desgracia es inmensa. Pero, ¿quién iba a malicia de la abuela? ¿Quién iba a pensar que en el sorbete de curuba hubiera echado un menjurje que me quitó las fuerzas? Impotente, sin poderme mover, vi cuando el cazador me abrió el vientre y sacó a Caperucita Roja a viva fuerza porque ella no quería salir, no quería abandonar me y se agarraba con sus manos de alabastro a mis entrañas y sin poder ayudarla di cuando se la llevaron a los empellones mientras ella lloraba de tristeza. Después me enteré de que la habían mandado muy lejos, a otra historia. Por eso, el nido que ella me dejó por dentro lo estoy llenando con vino.

viernes, 22 de agosto de 2014

207. Wayra al día: La poesía de Anna Ajmátova


Wayra al día: La poesía de Anna Ajmátova

Escribe Rosa Pereda
“Mitad puta que arde de pasión, mitad monja que implora el perdón de Dios". Aunque nos pueda parecer increíble, esta frase de Borís Eijenbaum, crítico literario de la época, dicha en medio de un discurso elogioso, dio forma al argumento que había de llevar a Anna Ajmátova hasta el fondo del gulag soviético. Porque si bien Trotski había ironizado sobre la "comodidad" de tener un Dios que se ocupe de todo, y esa señora inteligente y valerosa que fue Alejandra Kollontai había intuido en sus poemas las contradicciones de una época "marcada por una brecha en la psicología humana, el combate a muerte entre dos culturas", y hasta ahí se trataba meramente de crítica literaria, pocos años después los comisarios políticos del régimen de Stalin se harían con la frasecita que, en boca de Zhdánov, se convertiría de juicio poético en juicio moral y político. Censura, aislamiento económico y editorial, y destierro. Así que Eijenbaum había dado de alguna manera en el clavo, porque, efectivamente, la poesía de Ajmátova va de la pasión erótica a la pulsión religiosa, y su vida, de amor en amor y de desgracia en desgracia, fue una tormenta que conoció los abismos del dolor y las cimas de la exaltación vital. Un éxito clamoroso que hizo de ella "la voz de Rusia", al principio y al final de su vida, y, en medio, un olvido cargado de miedos con fundamento, un auténtico desierto, que la llevó a situaciones muy difíciles para ser vividas.

Como deja entrever Elaine Feinstein en su estupenda biografía Anna Ajmátova, Anna de todas las Rusias, que acaba de publicar Circe, hubo dos realidades recurrentes en su vida. La pobreza, que llegó en los momentos de "no persona", durante la dictadura estalinista, a niveles increíbles, agudizada por la tuberculosis que la aquejó desde joven. Y, por decirlo brutalmente, los hombres. Esos hombres íntimamente ligados con su único quehacer, con su única razón de ser, con su única verdadera pasión: la poesía.

Anna Ajmátova nació en Odessa, en 1889, en una familia aristocrática pero desestructurada. Vivió su infancia en Tsarskoye Seló, el lugar materno al que vuelve muchas veces, y donde se criará su hijo, y la mayor parte de su vida entre un San Petersburgo que cambia de nombre como ella misma -abandonó su apellido, Gorenko, por el literario Ajmátova- y Moscú, donde muere en 1966. Así que conoce las vanguardias rusas, en las que participa como protagonista activa y principal; la revolución de 1905 y la de 1917, la guerra civil rusa, el terror estalinista y la Segunda Guerra Mundial. Y la guerra fría: 77 años, día por día, que es como la gente vive la historia.

Su primer marido, el poeta Gumiliov, padre de su único hijo, León, fue fusilado en 1921, poco después de que la pareja se divorciara. Y el que seguramente fue su hombre más querido, con el que no llegó a casarse nunca, pero con cuya familia compartió casa y purgatorio, el historiador de arte Nicolai Punin, fue detenido junto a su hijo León, deportado y preso, y murió en 1952 en un campo de trabajo. Sus amigos fueron diezmados, detenidos y "suicidados", entre ellos, el poeta Osip de Mandelstam, el otro gran vanguardista, desaparecido en el campo de concentración. León Gumiliov, que quería ser "investigador independiente", sólo fue rehabilitado junto con su madre y puesto en libertad, tras el deshielo de Jruschov. Entonces es cuando ella saldrá de Rusia, en un viaje a Inglaterra, con ocasión de recibir el doctorado honoris causa por la Universidad de Oxford, y su nombre y su poesía se revelarán, fulgurantes, a Occidente. Inmediatamente empezarán a surgir las traducciones, como las que hicieron María Teresa León y Rafael Alberti al castellano.

Uno de los aciertos del texto de Elaine Feinstein, y seguramente su primer objetivo, aparte del trazado minucioso de su vida, es hacernos asistir al misterio de la creación poética, a la relación entre los hechos y los versos. Feinstein, que ha buceado en archivos difíciles, en correspondencias y diarios, en una bibliografía exhaustiva, y que ha mantenido conversaciones con los supervivientes durante años, comprobando fechas, encuentros y datos, sitúa los poemas de Anna en el día mismo de su escritura, y los pone en relación con los encuentros, las reuniones, las peleas, los amores. La poesía de Ajmátova no es, para entendernos, "poesía de la experiencia": es voluntariamente críptica, abstracta, llena de misterio. Sólo manifiesta algunas claves para iniciados -esos destinatarios privilegiados que comparten realmente su vida-, y que entenderán. Claves que el lector común -todos los demás, por los siglos de los siglos- no echa en falta, porque la poesía no está en los hechos, ni siquiera en su epifanía: está en la escritura y sí, en ese pudor que cuenta, no lo que pasa, sino lo que inspira. Pero la relación establecida por Feinstein, que nos hace sentir el estado de ánimo desde el que la poeta escribió, y nos señala esas palabras síntoma de la anécdota que propició el poema, también nos deja ver lo que se ocultó. Es decir, en esta biografía de Anna Ajmátova asistimos, y ésa es su gran virtud, al proceso de creación textual, al proceso de producción de su poesía.

No se lee como una novela: se lee como una vida. El nomadeo de casa en casa; los amores fogosos y muchas veces, casi siempre, adulterinos; las amigas, los amigos y los amantes; la dificilísima relación con el hijo criado por su abuela y agobiado por una perenne sensación de abandono, incluso en el campo de trabajos forzados; la soledad frente a la burocracia, el dolor de tantas muertes, la violencia del silencio y la censura impuestos, las situaciones humillantes. Pero también esa fama de ida y vuelta, y, sobre todo, esa tenaz voluntad de escribir. Esa entrega feroz a la poesía. Es una vida llena de avatares, y es la historia de un carácter.

¿Cómo era Anna Ajmátova? Una anécdota: cuando recibe un dinero importante, en medio de su existencia siempre agobiada por la economía, sin casa fija, con frío físico, envía la mayoría a su madre y a su hijo, pero a ella le dice que es la pensión de viudedad que acaban de concederle. Y cuando la vieja le reclama los sucesivos pagos de su inexistente pensión, Anna calla... Pero una constante: no puede evitar la infidelidad. Se enamora mucho, no siempre de los hombres apropiados. Y en un ambiente generalmente promiscuo, incluso durante el puritanismo soviético, sus constantes aventuras son una fuente más de infelicidad.

¿Y la religión? Sinceramente, no me ha parecido ver ninguna monja rezando detrás del arrepentimiento puntual o de la sensación de culpa que rezuman algunos de sus poemas amorosos. En cuanto al Dios cósmico del 'Réquiem', seguramente su poema más ambicioso junto a 'Poema sin héroe', es un dios demasiado interior, demasiado metafísico por así decir, como para hablar de monjas...

No, no podemos saber de fijo cómo era Ajmátova, una mujer bella y un personaje muy atractivo. La biografía de Feinstein es una muy buena aproximación. Y también están sus poemas, casi todos ya en el mercado de viejo. Hoy están disponibles Réquiem. Poema sin héroe, en edición bilingüe y traducción de Jesús García Gabaldón (Cátedra, 1994); Réquiem y otros poemas, igualmente bilingüe, en traducción de José Luis Reina Palazón (Alfar, 1993); Réquiem y otros escritos (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2000) -con los documentos desclasificados del KGB sobre su persona-; Soy vuestra voz, traducido por la poeta Belén Ojeda para Hiperión (2005), y la antología de poetas rusas El canto y la ceniza, traducción de Monica Zgustova y la recientemente galardonada con el Premio Nacional de Poesía Olvido García Valdés (Galaxia Gutenbe
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