¡BIENVENIDOS AL BLOG DEL TALLER LITERARIO DESPERTARES!
Bienvenidos al blog del TALLER LITERARIO DESPERTARES de la Biblioteca Popular "Cultura y Progreso" de Morteros, Córdoba, República Argentina.
Este blog se inicia el 14 de junio de 2011 para publicar los trabajos de los participantes del taller, que funciona en la Biblioteca Popular "Cultura y Progreso".
Ilustración de la cabecera: "El desván de la memoria" de José Manzanares, creador de sueños, artista plástico de Linares, Jaén, España.
domingo, 25 de septiembre de 2011
28. EL ASTRÓNOMO (Dios juega)
Williams Makenitt, un astrónomo de 50 años, egresado de la facultad de Oxford, buscaba en la recóndita biblioteca universal la respuesta que nadie había observado hasta entonces.
Él mismo desconfiaba de su propia hipótesis, pero en sus configuraciones estelares se guardaba el secreto que tanto ansiaba develar. Recordaba que su maestro de estudios Ralf Hunt le comentó, hacía varios años, la teoría sobre “La alineación que se produciría en un instante, cuando el tiempo y el espacio mostraran una dimensión desconocida y, a través de ese punto, se determinaría el final del universo.”
Como todas las noches lo hacía, esta no fue distinta de las demás; encendió su telescopio cuando el uso horario marcaba siempre con décimas de segundo la misma hora nocturna.
Aquella noche, el cielo frío se posó en el lente del telescopio y la cúpula celestial se derivó en un sistema de lupas y espejos enfocándose en un solo punto lumínico. De esta manera, toda la diosa creación quedó reducida a Williams Makenitt.
Buscar en el espacio era su permanente pasión atemporal, ir a lo desconocido del universo formaba parte de sus pensamientos sincrónicos, su vista lo contradecía, pero como parte de la misma naturaleza observada, no renegaba de realidades fácticas. Solo se limitaba con su mano a escribir en el cuaderno, minuciosamente, los números que sus lecturas astronómicas marcaban.
En ese tiempo de observaciones, el silencio lo encontraba y la imparcialidad determinaba su visión y sus cálculos.
Mirar aquellas estrellas era mirar al pasado, por que su brillo llegaba años luz después y tomaban formas de signos matemáticos en el presente.
Se preguntaba: “¿Tal vez el azar, el conocimiento, la religión y la filosofía o todas al mismo tiempo formarán la alineación tan esperada para dar respuesta a todas pregunta sobre la creación, su principio y el fin del universo?”
Su amigo le decía:
—No te cansas de jugar con dios.
—Por eso estoy aquí en este juego de naipes. Al fin nunca sabemos qué cartas nos tocarán.— le respondía todas las tardes cuando arrimaba su silla donde depositaba su humanidad, a una mesa redonda en la plaza de su pueblo.
En un cajón de su escritorio, muchos años después, su amigo y maestro de estudios de toda la vida Ralf Hunt, encontraría aquellos cálculos tan ansiados. Mientras miraba detenidamente aquellas páginas amarillentas, en ese mismo instante, sintió que el tiempo y el espacio se alinearon. En aquel momento, toda la historia de la humanidad devino en mil imágenes, en un solo segundo. Guardó el cuaderno en su maletín y sacó un juego de naipes que dejó sobre el escritorio, cerró la puerta y su sombra desapareció en la oscuridad de la noche.
Nunca más se supo de él.
Marcelo E. Pavese
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