¡BIENVENIDOS AL BLOG DEL TALLER LITERARIO DESPERTARES!

Bienvenidos al blog del TALLER LITERARIO DESPERTARES de la Biblioteca Popular "Cultura y Progreso" de Morteros, Córdoba, República Argentina.

Este blog se inicia el 14 de junio de 2011 para publicar los trabajos de los participantes del taller, que funciona en la Biblioteca Popular "Cultura y Progreso".

Ilustración de la cabecera: "El desván de la memoria" de José Manzanares, creador de sueños, artista plástico de Linares, Jaén, España.

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domingo, 22 de septiembre de 2013

154. Los recuerdos



Resonancia de tiempos con flores,

                        huellas perdidas de mi historia

                                                 en el jardín de mi memoria.

            Árboles frondosos que cultivé con nostalgia.

                                               Quedarán guardados en mi mente

Como un repaso del reconocimiento.

                                                                    En la conmemoración,

                                                                                      de aquella bella mención.











Morteros, 22/09/2013

miércoles, 11 de septiembre de 2013

153. Mirada Primaveral








         Baila la lluvia holgazana,

al suspirar el árbol.

Mientras los besos sedientos cantan,

salpican lágrimas de sol, la primavera.

Suspira la caricia olvidadiza,

en el silencio pensante.

La suave melodía,

se deja tocar por la mirada púrpura.

Y el fuego aullador, clava su ósculo en mí.

Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 11/09/2013







domingo, 8 de septiembre de 2013

152. NIÑO JUGUETÓN





Niño de corazón patriótico,
tu juego de bombos es heroico.

Edificas aquella cueva,
y te sombras como Eva.

Si tejes trucos en lo barato,
tu risa encanta por un buen rato.

Con esa música te das maña,
y la melodía te acompaña.

Eres vasallo en el desvío
y te mueves al son de un río.
 Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 08/09/2013






151. LA TARDE





La tarde esparce
sus días dorados.
Y en la incertidumbre
pinta manos de asombro.
La aflicción te ata
a la esfinge de la esperanza
en un sueño de animales
despiertas hipnotizada
enclavada en la espera
de mirar hacia otro rumbo.

Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 08/09/2013

sábado, 7 de septiembre de 2013

150. Prefacio de "El retrato de Dorian Gray" del escritor Oscar Wilde

Oscar Wilde (1854-1900)

Prefacio de El retrato de Dorian Gray
[Teoría literaria: texto completo]

Oscar Wilde
El artista es el creador de cosas bellas. Revelar el arte y ocultar al artista es la finalidad del arte.
El crítico es el que puede traducir de un modo distinto o con un nuevo procedimiento su impresión ante las cosas bellas.

La más elevada, así como la más baja de las formas de crítica, son una manera de autobiografía. Los que encuentran intenciones feas en cosas bellas, están corrompidos sin ser encantadores. Esto es un defecto.

Los que encuentran bellas intenciones en cosas bellas, son cultos. A éstos les queda la esperanza.

Existen los elegidos para quienes las cosas bellas significan únicamente belleza.

Un libro no es, en modo alguno, moral o inmoral. Los libros están bien o mal escritos. Esto es todo.

La aversión del siglo XIX por el Realismo es la rabia de Calibán viendo su cara en el espejo.

La aversión del siglo XIX por el Romanticismo es la rabia de Calibán no viendo su propia cara en el espejo.

La vida moral del hombre forma parte del tema para el artista; pero la moralidad del arte consiste en el uso perfecto de un medio imperfecto. Ningún artista desea probar nada. Hasta las cosas ciertas pueden ser probadas.

Ningún artista tiene simpatías éticas. Una simpatía ética en un artista constituye un amaneramiento imperdonable de estilo.

Ningún artista es nunca morboso. El artista puede expresarlo todo.

Pensamiento y lenguaje son, para el artista, instrumentos de un arte.

Vicio y virtud son, para el artista, materiales de un arte.

Desde el punto de vista de la forma, el modelo de todas las artes es el del músico. Desde el punto de vista del sentimiento, la profesión de actor.

Todo arte es, a la vez, superficie y símbolo.

Los que buscan bajo la superficie, lo hacen a su propio riesgo.

Los que intentan descifrar el símbolo, lo hacen también a su propio riesgo.

Es al espectador, y no la vida, a quien refleja realmente el arte.

La diversidad de opiniones sobre una obra de arte indica que la obra es nueva, compleja y vital. Cuando los críticos difieren, el artista está de acuerdo consigo mismo.

Podemos perdonar a un hombre el haber hecho una cosa útil, en tanto que no la admire. La única disculpa de haber hecho una cosa inútil es admirarla intensamente.

Todo arte es completamente inútil.

http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/wilde2.htm

Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde (Dublín, Irlanda, entonces perteneciente al Reino Unido, 16 de octubre de 1854 - París, Francia, 30 de noviembre de 1900) fue un escritor, poeta y dramaturgo irlandés.
Wilde es considerado uno de los dramaturgos más destacados del Londres victoriano tardío; además, fue una celebridad de la época debido a su gran y aguzado ingenio. Hoy en día, es recordado por sus epigramas, sus obras de teatro y la tragedia de su encarcelamiento, seguida de su temprana muerte.

viernes, 6 de septiembre de 2013

149. ¿QUE ES UN TÍTULO?





¿Qué es un titulo?
¿QUE ES UN TITULO?
(de la Introducción a la semiótica por Robert Marthy)


"Un aperitivo" según Barthes, insistiendo de este modo en su papel de apertura al texto. Una restricción interpretante y en consecuencia un índice que dirige la atención sobre el objeto del texto dando mayor o menor información acerca del objeto. Hay títulos dicentes y títulos más "misteriosos", más remáticos, a veces, inclusive, de naturaleza simbólica.
Roland Barthes (1915-1980)

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PARA SABER MÁS...

R. Barthes al abordar el estudio de una novela de E. Poe titulada "La verdad sobre el caso de M. Valdemar" evalúa la función del título. El título "es un operador de marca", "tiene como función marcar el comienzo del texto, es decir constituir el texto en mercancía", "el relato es una mercancía, cuya proposición está precedida por una "perorata", por un "appetizer".

En el análisis del título de Poe, muestra cómo la investigación, a propósito del objeto del relato, comienza con la del objeto del título (verdad supone enigma, caso sugiere un hecho excepcional, la, artículo definido impone que hay más que una verdad, -la de los hechos exactos, pero también la de su sentido- finalmente el análisis del nombre es rico en significaciones ya que es "el príncipe de los significantes"). Barthes subraya una vez más la utilidad del nombre propio (y los títulos los tienen muy a menudo). "Un nombre propio debe examinarse cuidadosamente"

Diremos que el título es el comienzo de la semiosis de interpretación del texto. Desde su lectura incita a los interpretantes a los que, en adelante explotará. Constituye un signo-acción que desencadena la interpretación y el objeto del título se vuelve en el signo del objeto de la novela con el que está en relación.

Es evidente que esta actividad del lector supone un habitus, que ese lector sabe que se trata de una "mercancía" cuál es la función del título y que sabe, en principio, apreciar su valor o interés. Algunos escritores o artistas se ven inducidos a dar explicaciones acerca de sus títulos. y U. Eco lo hizo respecto de "El nombre de la Rosa", título voluntariamente enigmático y por esto icónico de su novela. Algunos creadores, hay que destacarlo, al negarse a hacer el juego habitual del título y querer burlar la espera del lector o del espectador en ese campo, inventan un título que a primera vista no tiene nada que ver con la obra. U. Eco apuntaba por otra parte que el título debe guardar un poco de misterio, no proporcionar demasiados indicios al lector.

El título es en consecuencia una toma de posición del autor que lleva a analizar y que da cuenta de sus principales intenciones, ya que focaliza la atención sobre aquello que parece ser para el creador el objeto esencial de la novela. (La película sobre la novela de Zola "L' Assommoir" lleva el título de "Gervaise": el interés se desplaza y el título ya dice lo bastante acerca de la diferencia que puede existir entre la obra literaria y la historia de la película).

Si el análisis del título previo al análisis de la novela ofrece el interés de investigar, la retrolectura del título, luego de haber tomado conocimiento del texto es también interesante y complementaria ("Vipère au poing" de Hervé Bazin, es un lindo título que se dilucida completamente, didácticamente inclusive, en el último capítulo, pero su sentido comienza a horadar desde el primer capítulo).

Es posible una tipología de los títulos en tanto que signos lingüísticos (el título de la novela de Poe es una proposición, por tanto un símbolo dicente). Pero quedaría por hacer la de las relaciones entre el objeto del título y el del texto.

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Roland Barthes fue un filósofo, escritor, ensayista y semiólogo francés.
Fecha de nacimiento: 12 de noviembre de 1915, Cherburgo-Octeville, Francia
Fecha de la muerte: 25 de marzo de 1980, París, Francia
Educación: La Sorbona, Universidad de París

lunes, 5 de agosto de 2013

148. INVICTUS, POEMA DEL INGLÉS WILLIAM ERNEST HENLEY (1849-1903)



Invictus (poema)
"Invictus" es un poema breve por el poeta inglés William Ernest Henley (1849–1903). Escrito en 1875, fue publicado por primera vez en 1888 en el "Libro de Poemas" del mismo, donde se hallaba el cuarto de una serie titulada Vida y Muerte (Ecos). No tenía título originalmente: las primeras ediciones contenían solo la dedicatoria A R. T. H. B.—en referencia a Robert Thomas Hamilton Bruce (1846–1899), un exitoso mercante de harina y panadero que era mecenas de la literatura. El título de "Invictus" (invicto, inconquistable en latín) fue añadido por Arthur Quiller-Couch cuando lo incluyó en el Oxford Book of English Verse (1900).


Trasfondo
A la edad de 12 años, Henley fue víctima de la tuberculosis a los huesos. Años después, la enfermedad había alcanzado su pie y los médicos anunciaron que la amputación por debajo de la rodilla sería la única forma de preservar su vida. En 1867 había logrado pasar con éxito el examen de entrada a la Universidad de Oxford. En 1875 escribía el poema desde una cama de hospital. A pesar de sus problemas de salud, vivió su vida de una forma activa hasta su muerte a los 53 años. Su amigo Robert Louis Stevenson basó su personaje del Capitán 'Long John Silver', en español John Silver El Largo, de La isla del tesoro en él.

Texto original en inglés
Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.

In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.

Beyond this place of wrath and tears
Looms but the Horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.

It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.

Traducción libre al español
Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
agradezco a los dioses si existen,
por mi alma invicta.

En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he estremecido o lamentado en voz alta.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.

Más allá de este lugar de ira y lágrimas
yace el horror de la sombra,
aún así la amenaza de los años
me encuentra y me encontrará, sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
Soy el amo de mi destino;
Soy el capitán de mi alma.

-Invictus es una película de 2009 dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon sobre Nelson Mandela y su uso de la Copa de Mundo de Rugby de 1995 como una oportunidad para unir al país. El título viene de que Mandela tuvo el poema escrito en una hoja de papel durante su prisión, ayudándole a sobrellevar su encarcelamiento. En la película, Mandela le escribe el poema al capitán de la selección surafricana, Francois Pienaar antes del comienzo del campeonato, si bien en la realidad Mandela le dio un extracto de un discurso de Theodore Roosevelt, "The Man in the Arena

miércoles, 31 de julio de 2013

147. Mis Recuerdos



Epígrafe: 
Memorias y deseos
     de cosas que no exiten
                    accesos de alegría
                                     impulsos de llorar;

actividad nerviosa
       que no halla en que emplearse,
                             sin rienda que lo guíe
                                               caballo volador:
 
Locura que el espíritu
          exalta y enardece;
                  embriaguez divina
                          del genio creador...
                                     ¡Tal es la inspiración!

Mis recuerdos 
                y afanes
         se esfumaron con el tiempo
           me acerque a la felicidad

Me impulso el deseo de:
    sacar lágrimas 
                                que caen como un mar,
                                                   en mi actividad nerviosa,
   
                                                               no hallo en que emplearla.

Estoy sin rumbo
            pero descubro
                                   que puedo ser heroína 
                                                                   por un día.
La locura de mi espíritu
                             no tiene fin
                                  me exalto y embriago
                                                         de la gracia divina.

Salgo eufórica 
               de la inspiración
                              que me ilumina.

Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 31/07/2013

                               

lunes, 29 de julio de 2013

146. Las libretas de José (José Rosenwasser)

http://www.taringa.net/posts/info/963301/Las-libretas-de-Jose.htmlSimplemente José recorría todos los Bares de la calle Corrientes y te daba la libreta, vos escribias lo que querias, noches de amigos, con alguna que otra minita, solo, Jose no faltaba, y si no venia le preguntabas al mozo si ya habia pasado o no, era parte de Bs.As. de la calle Corrientes y aledaños, en sus libretas se llegaron a escribir esperanzas, frustraciones, chistes, estados de animo etc. te lo podes imaginar? viernes y sabados a la noche tarde bien tarde repleto de gente estaba el "Centro" Jose te ofrecia la libreta, un grande!!!! 

Las libretas de José 

 

Cursando Literatura en cuarto año, me enteré que hubo un libro cuyo autor es todo un pueblo. Aparentemente es lo que se llama literatura colectiva. Lo leí en ese momento, y cuando estoy en los baches entre libro y libro, vuelvo a leerlo, no tan seguido como 100 años de soledad…pero varias veces ya recorrí las historias de la creación del hombre de barro, luego el de madera y luego el de granos de maiz. 

 



Saltando tiempo y espacio, esta tarde, tomando el té con Manuela, vino a mi mente aquella serie de libros clásicos de los 80’s. Si bien las publicó José Rosenwasser, se aclara que en realidad son de redacción colectiva…casi de puño y letra de los trasnochados bohemios de los bares de la calle Corrientes, la calle que no dormía. 



Comparto alguna de sus páginas…hay de todo, ¿eh? Como en la vida… 

• No hay que confundir introspección con rectoscopía. 
• Estas libretas son como las puertas de los baños. Pero del lado de afuera. 
• Hoy respiré 23.040 veces, filtré 180 litros de plasma, mi corazón bombeó 7.200 litros de sangre, caminé 5 kilómetros, abrí y cerré mis ojos 15.673 veces, y realicé 38.573 movimientos musculares. Por eso es que hoy, como ayer, estoy realmente cansado 
• Si los salames tuvieran antena yo agarro radio Pekín. 
• Los niños nacieron para ser felices. 
• El día que nosotros dominemos al mundo, todos temblarán. 
• La vida es color sorpresa con un matiz de ilusión. 
• Al que madruga Dios lo ayuda. ¿Y al que no duerme? 
• Quisiera ser lo que era cuando quería ser lo que soy. 
• Las mujeres nunca se entregan desnudas. Siempre lo hacen vestidas de ternura. 
• Cuando alguien señala las estrellas los tontos miran el dedo. 
• La gota, cuando llega al mar, ya es mar. 
• Si nunca miras hacia arriba creerás que eres el punto más alto. 
• Para mí hoy es un día FEFIFO. (Ni fu ni fa) 
• Lo que no crece se gasta. 
• Sonríe, y todos te preguntarán qué te pasa. 
• Te quiero más que a mis ojos, más que a mis ojos te quiero, y si me sacan los ojos te miro con los agujeros. 
• Las ideas no se matan. Se copian. 
• Amar es entregarle pétalos a las margaritas, en lugar de quitárselos. 
• Nunca es tan oscuro como un minuto antes de amanecer. 
• Si no puedes una vez, inténtalo otra. Si no puedes otra vez, inténtalo otra vez más. Y si no puedes otra vez. . . bueno, flaco, hacete ver porque me parece que sos impotente. 
• Vivir es acostumbrarse a una serie de adioses . . . 
• Caminante no hay camino. ¡Guarda que nos hacemos pelota! 
• A caballo regalado, muchas gracias. 
• Cuando los buitres vuelan en círculo es señal de que están mareados. 
• Los molinos de viento se vencen con un caballo flaco, una lanza y locura. 
• El eructo es la comida en aerosol. 
• A mí no me den consejos que sé equivocarme solo. 
• El buey solo es un salame. 
• Soñar es privilegio de poeta. 
• Dime con quién sueñas y te diré con quién no te acuestas. 
• De tal palo tal chichón. 
• El peatón es un humano al que le amputaron el coche. 
• Los idealistas construyen castillos en el aire, los locos los habitan y los psicólogos cobran el alquiler. 
• No toque bocina. Pase por encima. 
• No basta destruir lo que estorba. Hay que construir lo que falta. 
• El que tiene plata se compra un perro, y el que no, aprende a ladrar. 
• Si los tontos fueran globos yo andaría por todos los cumpleaños. 
• El que quiere celeste que mezcle blanco y azul. 
• Soy tan narigón que tengo que tomar el café con pajita. 
• Supercalifrágilisticoespialidoso. 
• En la puerta de mi casa he plantado un ombú. ¡Qué bobo! Ahora no puedo salir. 
• No desprecies a nadie. Un átomo hace sombra. 
• Epitafio en un cementerio peruano: “Aquí yacen los restos de Pérez Salvador, chofer y de los buenos, que pisó el acelerador en vez de pisar los frenos.” 
• También el diluvio empezó con una gota. 
• Con esta moneda me voy a comprar un ramo de cielo y un metro de mar, un pico de estrella y un sol de verdad, un kilo de viento y nada más. 
• No por mucho madrugar se ven vacas en camisón. 
• Más vale pájaro en mano que elefante al hombro. 
• Mi anatomía se ha vuelto loca. Soy todo corazón. 
• En la puerta de mi casa hay una planta de apio. Cada vez que paso la patio. 
• A la tortuga le pusieron el casco pero no sabe dónde es la guerra.
 

Linda época…lástima el look…si no me creen…vean en el canal volver esos peinados de las telenovelas…y pensar que no nos dábamos cuenta…y la música?!?!?! 

http://detodoslosdias.wordpress.com/2006/11/11/las-libretas-de-jose/ 

Si te querés descargar Las libretas de José acá la tenés: 

http://www.geocities.com/elbuchon2001/jose.zip


martes, 2 de julio de 2013

145. Esfuérzate

Aún en mi cuerpo las brasas queman
                  aunque el miedo me corrompa
                  veo el sol bajar por debajo del horizonte.

Y mis heridas más profundas,
                  se abren como luz sin ocaso.

Extiendo mis manos e intento soñar.
y me remonto por los aires
con mi brújula ocular.


Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 02/07/2013



144. Caminos

Epígrafe: Nuevo Canal Interoceánico
Te propongo construir
Mario Benedetti (14/09/1920-17/05/2009) Paso de los Toros, Dep. Tacuarembó, Uruguay, Montevideo.

Me propongo construir
un nuevo camino
sin remordimientos
ni pretextos
que exprese mi vivir
en tu mirar
uniendo los dos opuestos
porque eres mi complemento.

Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 02/07/2013

sábado, 29 de junio de 2013

143. Tiempo de Amor

El cielo azul vidriado,
es un cristal roto
y las palabras con suave olor a jasmín
revolotea dentro de mí como el viento,
caigo en un sueño estrellado.
La hora ambarina,
me vempapo de su lluvia
vi como danzan las jojas teñidas
de crepúsculo envolviéndome.
En el aire,
unos exquisitos perfumes maduros
se impregnaron en mí,
como una huella imborrable.
A mi alrededor,
sus ojos de pájaros
me miran.
Mi emoción se refleja,
en mis ojos brumosos.
Estoy perdida
en medio de nubes nómades
que vienen y van
las que arrastran mi vida
a un mar de ilusión
y mis lágrimas reflejan al Amor
que con el tiempo se esfumó
pero en el infinito
quedó pintado el sentimiento
que vivimos en el recuerdo de los dos.
Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 29/06/2013

     

viernes, 28 de junio de 2013

142. El Sillón


Sillón de perfumes maduros de frutas silvestres,
Hueles a suaves arco iris de coloridos tiempos,
En tu piel yace la geografía vacía de tu cuerpo,
Golondrina libre de aromas y silencios.

¡Resuena en mi,  tu voz,
Tu mirada, tus antiguos cielos!

Sillón que mira esperando ser habitado,
por  otras manos y dedos.
Pero  fuiste salpicado en este basto mar,
en misteriosa lluvia de ensueños.
Nona, naciste en el inicio del 1900
y como barco que llega a  puerto.
Amarraste tus  días,
En ese sillón de aquel pueblo.
Marcelo E. Pavese

jueves, 20 de junio de 2013

141. Estructura del cuento por Eutiquio Cabrerizo


http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/tecni/estructura_del_cuento.htm
Estructura del cuento

Eutiquio Cabrerizo
El cuento es la composición literaria más antigua de la humanidad, pero también se está convirtiendo en su modalidad de relato breve en una fórmula moderna de expresión dotada de inagotables posibilidades.

Se trata de una composición de pequeña extensión en la que empieza, se desarrolla y finaliza lo que se desea decir, y se escribe pensando que va a contarse o va a leerse completamente, sin interrupción, de forma diferente al resto de los géneros literarios, en los que el escritor considera que puedan ser leídos por partes, en veces sucesivas.

Leyendo un cuento detenidamente, pueden observarse las distintas partes que lo forman: La introducción, el desarrollo y el desenlace. Cada una de estas fases se subdivide, a su vez, consiguiendo un efecto armónico unitario.

De acuerdo con esta estructura, el principio debe explicar:
-Quién es el protagonista.
-Dónde sucede la acción.
-Cuándo ocurre.
-Qué es lo que sucede.
-Por qué ocurre.

El núcleo del relato puede contener:
-Los obstáculos que dificultan el cumplimiento de un deseo. En el cuento "La boda de mi tío Perico" los personajes secundarios entorpecen que el invitado pueda asistir a la fiesta.
-Los peligros que amenazan directa o indirectamente al protagonista. Un ejemplo es el cuento de "Los tres cerditos", donde el lobo representa las fuerzas del mal que se oponen a la felicidad de los héroes.
-Las luchas físicas o psíquicas entre personajes contrarios, que se resuelven en la parte final del cuento mediante algún procedimiento inesperado. Sirve de ejemplo, entre otros muchos, la relación de Cenicienta con sus hermanastras, salvada por el príncipe mediante el símbolo del zapato.
-El suspenso producido por una frase que se repite o un enigma imposible de descifrar para el lector o el oyente. Puede ser el caso de la esfinge en la Grecia clásica o, en la más arraigada tradición oral, el cuento de Caperucita, que es capaz de encoger el corazón de los más pequeños en el insuperable diálogo de la protagonista con el lobo.

El desenlace de la narración podrá ser:
-Terminante: El problema planteado queda resuelto por completo. En el cuento de "La Cabra y los siete Cabritos" la muerte del lobo cayéndose al agua con la barriga llena de piedras aleja para siempre el peligro.
-Moral. El comportamiento de los personajes transmite el valor ético que se desea mostrar. Entre los muchos cuentos moralistas pueden citarse "El pastor y el lobo""El león y el ratón", etc.
-Dual. Existen dos protagonistas de caracteres opuestos, que producen efectos contrarios dependiendo de sus actos. En el cuento de "Las dos doncellas" una de ellas arroja sapos por la boca por su mal comportamiento mientras que de la boca de la segunda salen joyas y piedras preciosas debido a su generosidad y buen corazón.
-Esperanzador. Al final del relato se sugieren posibles modificaciones de actuación que pueden resolver el problema en el futuro. Un cuento de este tipo puede ser "El ruiseñor y el emperador", donde la proximidad de la muerte de éste le ayuda a conocer el verdadero comportamiento de sus servidores y le permitirá corregir sus errores a partir de ese momento.
FIN

140. Estructura, desarrollo y panorama histórico del cuento - 2º Parte

Petter Rabit de Beatrix Potter

Análisis de un cuento
Todo cuento está constituido por varios elementos literarios que, en el momento de realizar un análisis, debemos distinguir:
1. Titulo
1.1. Significación y función del título. ¿Es literal o simbólico?
1.2. ¿Refleja el contenido del cuento?
2. Asunto
2.1. ¿De qué trata el cuento?
2.2. Hacer una breve reseña.
2.3. ¿El asunto o argumento tiene fuerza expresiva o contenido dramático? ¿Por qué?
3. Tema
3.1. ¿Cuál es la idea central del cuento?
3.2. ¿Cuáles son las ideas secundarias?
3.3. Hacer una relación del tema central con las ideas secundarias.
4. Personajes
4.1. Caracterización. ¿Cómo caracteriza el autor a los personajes?, ¿directa o indirectamente?
4.2. ¿La caracterización es profunda o superficial?
4.3. ¿Actúan los personajes de acuerdo a su índole y propósito, o a expensas del autor?
4.4. ¿Los personajes son reales, simbólicos o tipos?
4.5. ¿Hay personajes que conjuguen algún tipo de valor ético, estético, ideológico u otro?
4.6. ¿Existe alguna relación entre los personajes y el ambiente?
4.7. ¿Hay relación entre los personajes y la acción?
5. Ambiente
5.1. ¿En qué tipo de escenario se desarrolla el hilo de la acción?
5.2. ¿En qué época?
5.3. La atmósfera es ¿sórdida o diáfana?, ¿de misterio o de amor?, ¿de angustia o de paz?
6. Acción
6.1. ¿Cuánto tiempo dura la acción?
6.2. La acción del cuento es ¿complicada o sencilla?, ¿lenta o rápida?
6.3. ¿La acción es externa o interna? ¿Existe algún tipo de conflicto entre los personajes que determine la acción? ¿Entre un personaje y alguna fuerza natural? ¿Un personaje consigo?

Condiciones del Cuento
Las condiciones que debe reunir un cuento son:
1. Adecuación a la Edad: El cuento que sirve para una edad o época infantil, puede no convenir para otra.
2. Manejo de la Lengua: Se deben considerar dos aspectos: el que se refiere al empleo de palabras según su significado y el que se relaciona con el uso de las mismas consideradas como recurso estilístico; es decir, eligiéndolas y combinándolas para obtener determinados efectos.
Conviene tener presente (y siempre en torno a la edad) que siendo el cuento una de las múltiples formas del juego (a la que se puede llamar intelectual), está sujeto a los matices diferenciales que existen entre el desarrollo psíquico y el desarrollo intelectual.
3. Comparación: Por ser mucho más clara y comprensible que la metáfora, es importante preferir su empleo, sobre todo en los cuentos para los niños menores. Las comparaciones con objetos de la naturaleza (cielo, nubes, pájaro, flores, etc.) enriquecen el alma infantil envolviéndolo desde temprano en un mundo de poesía.
4. Empleo del Diminutivo: Conviene evitar el exceso de éstos en los relatos para niños, pero se considera importante su empleo, especialmente en las partes que quieren provocar una reacción afectiva que puede ir desde la tierna conmiseración hasta la burla evidente.
5. Repetición: La repetición deliberada de algunas palabras (artículos o gerundios), o de frases (a veces rimas), tiene su importancia porque provoca resonancias de índole psicológica y didáctica. Toda repetición es por sí misma un alargamiento, pérdida de tiempo, un compás de espera y de suspenso que permite (especialmente al niño) posesionarse de lo que lee y, más aún, de lo que escucha.
6. Título: Deberá ser sugestivo, o sea, que al oírse pueda imaginarse qué tratará el cuento. También puede despertar el interés del lector un título en el cual, junto al nombre del protagonista, vaya indicada una característica o cualidad.
Del mismo modo, tienen su encanto los títulos onomatopéyicos, como "La matraca de la urraca flaca", o aquellos con reiteración de sonidos; por ejemplo, "El ahorro de un abejorro".
7. El Argumento: Es aquí donde fundamentalmente el escritor deberá tener en cuenta la edad de sus oyentes o lectores, que será la que habrá de condicionar el argumento. A medida que aumenta la edad, aumentará la complejidad del argumento y la variedad y riqueza del vocabulario.
Las partes que constituyen al argumento son:
La Exposición: Es una especie de presentación de los elementos que conformarán el relato. Será breve, clara, sencilla, y en ella quedarán establecidos el lugar de la acción y los nombres de los personajes principales.
La Trama: o nudo, constituye la parte principal del cuento, aunque no la esencial. El mecanismo de la exposición cobra aquí movimiento y desarrollo; y del acierto estético y psicológico del autor para manejar los diversos elementos, dependerá en gran parte el valor de la obra.
Desenlace: es la última y esencial parte del argumento. Deberá ser siempre feliz. Aun aceptando las alternativas dolorosas o inquietantes que se suceden en el transcurso de la acción, el final del cuento habrá de ser sinónimo de reconciliación, sosiego y justicia; vale decir, felicidad total y duradera.

Cómo Escribir un Cuento
La Idea Principal: debe ser el punto de partida del cuento, es la esencia de lo que se quiere expresar; puede ser Un hecho, ya sea real o imaginario, Una imagen o Un sueño. En muchos casos la idea es un problema que se le presenta a unos personajes; por ejemplo, el robo de algo muy valioso.
El Mapa del Cuento: en todo cuento hay un narrador que conduce al lector por un camino desde la situación inicial, la cual se va desarrollando y complicando, constituyendo el conflicto o nudo, hasta llegar al desenlace o solución. En la situación inicial se precisan el tiempo y el espacio narrativo, que sirven de marco para la historia.
Narradores: la posición que asume el narrador está determinada por la persona verbal que utilice el escritor, que puede ser primera persona, donde el narrador participa como un personaje más del cuento, ya sea como protagonista, que experimenta en carne propia los hechos, o como testigo que observa y tiene una participación limitada como personaje.
La narración en tercera persona se da cuando el narrador no participa de los hechos que cuenta; éste es el caso del narrador omnisciente, que lo sabe todo, incluso los sentimientos y los pensamientos de todos los personajes.
Los Personajes: es necesario que dentro del relato haya información sobre las características o rasgos físicos y psicológicos de los personajes, para que el lector los conozca bien y pueda entenderlos.
En todo cuento hay personajes principales y personajes secundarios; en los relatos más elementales, por lo general los personajes principales están claramente definidos como “buenos”, y en ese caso se llaman protagonistas; y los “malos” como antagonistas. En los cuentos más realistas y complejos, tanto los personajes principales como los secundarios tienen rasgos positivos y negativos, tal como ocurre en la vida real.
El Marco de un Cuento: el tiempo que se plantea en un relato es una ficción, ya que el autor realiza cortes temporales arbitrarios e imaginarios con el único fin de abarcar el período en el que ocurre el cuento, e incluso puede comenzar a narrar por el final o el medio de la historia.
El espacio narrativo: es una recreación de un espacio real, donde el autor maneja el grado de hostilidad u hospitalidad del lugar para determinar el carácter o los estados de ánimo de sus personajes.
La Acción del Cuento: es todo lo que les ocurre a los personajes y lo que ellos hacen dentro de una historia. Las acciones son generalmente en orden cronológico, es decir, en el orden en que ocurrieron; sin embargo, puede romperse la secuencia temporal haciendo “viajes” a tiempos pasados o futuros, desfasándose el tiempo real y el subjetivo o deteniendo el transcurrir del tiempo. Cuando el cuento es largo conviene organizarlo en episodios.

El Siglo XIX
El cuento tal como lo conocemos hoy alcanza su madurez a lo largo del siglo XIX en las numerosas publicaciones aparecidas en las revistas literarias, que a menudo reflejan las principales modas de la época. Durante el romanticismo destacan los relatos de Heinrich von Kleist y E.T.A. Hoffmann en Alemania; Edgar Allan Poe y Nathaniel Hawthorne en Estados Unidos, y Nikolái Gógol en Rusia. El realismo florece en Francia durante la década de 1830 y hacia finales del siglo desemboca en el naturalismo, basado en la posibilidad de predecir científicamente las acciones y reacciones humanas. Otras influencias estilísticas dignas de mención en el relato del siglo XIX son el simbolismo y el regionalismo.
Estados Unidos
Hasta la llegada del siglo XIX el cuento tiene como elemento principal la narración de determinados acontecimientos. A partir de este momento, los escritores se interesan más por las motivaciones de los personajes que por los propios sucesos. Simultáneamente, su atención se dirige hacia una economía narrativa: estructuración elaborada de los hechos, exclusión de todo material secundario, control estricto del punto de vista y concisión. Edgar Allan Poe definió de este modo el relato y demostró su teoría artística en algunos de sus propios cuentos, manipulando el escenario, los personajes y los diálogos para crear inexorablemente en el lector el estado de ánimo propicio para el crimen perfecto. Los cuentos de Hawthorne, por su parte, ponían seriamente a prueba el carácter y la importancia moral de los hechos, ofreciendo una descripción ambigua de su realidad física. Henry James destacó la importancia de una “inteligencia central” para configurar y filtrar los elementos del relato. En algunos de sus relatos James se sirve del narrador para transmitir una sensación de proximidad y realismo psicológico, mientras que en otros, como “El fajo de cartas”, experimenta con el punto de vista para presentar la historia a través de una serie de cartas escritas por seis personas que viven en una pensión francesa.
Alemania
El relato heredero de la novella italiana se desarrolló en Alemania con autores como Hoffmann, Kleist y Theodor Storm. La novella se centra en un único acontecimiento de carácter extraordinario que afecta a uno o más personajes y concluye de manera sorprendente a partir de un giro significativo en la historia.
Rusia  
Durante la primera mitad del siglo XIX los cuentos rusos se ocupan de hechos fantásticos o sobrenaturales, y abundan en ellos, como en otras literaturas europeas, los relatos de fantasmas, apariciones y seres de otros mundos. Posteriormente se desarrolló una corriente realista que analizaba los pensamientos y emociones del ser humano o criticaba la sociedad de su época. Entre los principales autores del género cabe citar a Lérmontov, Turguéniev, Tolstoi y Chéjov. Gógol influyó en el desarrollo posterior del género al fundir el sueño y la realidad en "El abrigo", la historia de un insignificante oficinista que se derrumba psicológicamente cuando le roban su abrigo nuevo y más tarde regresa de entre los muertos convertido en fantasma con el propósito de hacer justicia. La influencia de Gógol se observa en "El cocodrilo" de Dostoievski, en que un funcionario es devorado por un cocodrilo y comienza a desarrollar sus teorías económicas desde el vientre del animal. Los relatos realistas de Tolstoi se inscriben en una línea diferente dentro de la ficción rusa. Así, por ejemplo, en "La muerte de Ivan Illych" analiza los pensamientos y emociones de un hombre a punto de morir, al tiempo que critica la frivolidad de la familia y amigos, que se niegan a afrontar la realidad de la muerte. Pero, sin duda, el maestro de la ironía fue Chéjov. Para Chéjov el personaje es más importante que la trama. En "El ataque al corazón" ("La tristeza") un cochero intenta transmitir a sus pasajeros el dolor que siente ante la muerte de su hijo, pero el único que lo escucha es su caballo. En Vania un niño escribe a su abuelo pidiéndole que lo rescate de sus duras condiciones de vida, pero envía la carta sin la dirección correcta y sin sello.

Francia
Durante el siglo XIX Honoré de Balzac y Gustave Flaubert, más conocidos por sus novelas, escribieron también cuentos que gozaron de un amplio y merecido reconocimiento. Próspero Mérimée, por su parte, puso todo su talento al servicio del relato. Pese al estilo desafectado y fluido de sus obras maestras ("Colomba" o "Carmen"), Mérimée logra expresar la pasión en toda su fuerza. El maestro del relato naturalista en Francia fue Guy de Maupassant, autor de más de 300 cuentos en los que pone de manifiesto su talento para encontrar un perfecto equilibrio entre la economía y la estructura formal del relato. Tomados en conjunto, sus relatos ofrecen una detallada descripción de la sociedad francesa de finales de siglo.

El Siglo XX
A partir de 1900 se ha publicado una enorme cantidad de cuentos en casi todas las lenguas. Los experimentos temáticos y narrativos rivalizan con la maestría en el arte de narrar cuentos a la manera tradicional, como se observa en la obra del escritor inglés Somerset Maugham. Discípulo de Maupassant, Maugham figura entre los escritores de cuentos más prolíficos y populares. La mayoría de los países cuentan al menos con un gran escritor de relatos en el siglo XX. Cabe mencionar a la escritora neozelandesa Katherine Mansfield, en cuyo personal estilo se deja sentir la influencia de Chéjov. El gran talento de Mansfield para captar y reflejar las ironías de la vida ha servido de estímulo a varias generaciones de escritores.

Otras tradiciones
A lo largo del siglo XX se han escrito cuentos en todas las lenguas europeas, así como en las lenguas de Asia, Oriente Próximo y algunas lenguas africanas. Una lista que incluyera sólo a los principales exponentes del género resultaría ya excesivamente larga. Entre los más sugerentes y cautivadores cabe citar al escritor checo Franz Kafka. En sus relatos míticos y experimentales, la realidad se funde magistralmente con la fantasía, al tiempo que aborda temas eternos como la soledad humana, la ansiedad y la relación entre el arte y la vida.
Los autores del África subsahariana, ya sean negros o blancos, comparten invariablemente la fusión de fantasía, realidad y compromiso político. Son de destacar en este ámbito los Cuentos africanos de Doris Lessing o los Cuentos escogidos de Nadine Gordimer.
Los cuentos asiáticos se mueven entre la fidelidad a la tradición y el experimentalismo contemporáneo. Los autores más conocidos en Occidente son el japonés Yukio Mishima y el indio Rabindranath Tagore.
 
Cuentos tradicionales
Término genérico que engloba varios tipos de narraciones de tradición oral en todo el mundo. Como manifestación del folclore, los cuentos tradicionales se han transmitido de generación en generación, sufriendo con el tiempo muchas alteraciones debido a las incorporaciones o eliminaciones que realizaban los narradores. Durante este proceso de difusión cultural algunos se escribieron, como hizo don Juan Manuel con Doña Truhana (La lechera), pasando de nuevo a la transmisión oral, que es el rasgo fundamental de los cuentos tradicionales y de toda la literatura popular.
En general, los principales tipos de cuentos tradicionales, los mitos (véase Mitología), las leyendas y los cuentos fantásticos, se intercambian entre sí y se refieren a cualquier tipo de narración ficticia producto de la imaginación que por lo común implica falsedad o inverosimilitud. Sin embargo, para los eruditos del folclor cada uno de estos tres tipos representa una forma característica de este género. Otros tipos son los cuentos de animales y fábulas, las patrañas o relatos fantásticos, las anécdotas y chistes, el grupo formado por cuentos reiterativos, retahíla (como los cuentos de nunca acabar) y fábulas cantadas, cuya narración incluye canciones o rimas. Véase también Balada.
Investigaciones de los cuentos tradicionales
A comienzos del siglo XIX, los filólogos alemanes Jacob y Wilhelm Grimm (véase Hermanos Grimm) publicaron Cuentos para la infancia y el hogar (2 volúmenes, 1812-1815) animando a muchos escritores de otros países a recopilar y publicar materiales similares de sus propios pueblos, como el escocés Andrew Lang y el escritor danés Hans Christian Andersen. Los hermanos Grimm observaron muchas semejanzas entre los cuentos europeos y los de otros continentes.
La mayor parte de los eruditos del siglo XIX se centró en detallar estas semejanzas, pero, en general, ignoró el extenso acervo de los folclores africano, oceánico y de los indígenas americanos, que existían al margen de la tradición indoeuropea, e investigaron sólo en aquellas partes del mundo que creyeron las más importantes. Así, los hermanos Grimm postularon un origen común de los cuentos tradicionales; el filólogo alemán Theodor Benfey y el escritor escocés William Clouston creyeron que los cuentos se difundieron gracias a los viajeros que emigraron de la India hacia Oriente y Occidente. Estas teorías, sin embargo, han resultado ser incompletas o incorrectas, a pesar de que las investigaciones de estos y otros estudiosos estimularon, en gran medida, el interés por el folclor y por los cuentos tradicionales. Max Muller, erudito alemán, sostuvo que los mitos se originaron cuando el sánscrito y otras lenguas antiguas empezaron a declinar, opinión que rebatió el clasicista y folclorista escocés Andrew Lang. Los cuentos tradicionales empezaron a ser objeto de una atención más detenida a partir de la inmensa popularidad que alcanzó La rama dorada (1890), obra de doce volúmenes del antropólogo británico James George Frazer, y que contribuyó a estimular la investigación.
Más recientemente, los investigadores, muchos influidos por el antropólogo germano-estadounidense Franz Boas, han profundizado en el estudio del folclor y recogido los cuentos de todas las partes del mundo. Algunos, siguiendo las directrices del folclorista finlandés Antti Aarne y del estadounidense Sitih Thompson, han realizado estudios muy completos, geográficos e históricos, de todas las variantes conocidas de los cuentos más extendidos, tratando siempre de descubrir y catalogar los tipos y temas básicos. Aarne realizó un catálogo en 1910 que Thomson amplió y tradujo en 1928. Este catálogo se convirtió en el índice que clasifica los argumentos de muchos cuentos tradicionales. El índice temático de Thompson cataloga los elementos narrativos tales como los objetivos, animales característicos, ideas, acciones o personajes, que aparecen en los cuentos tradicionales. Como resultado de la obra de los investigadores, pocos folcloristas creen en la actualidad que exista una teoría que sea satisfactoria para explicar las semejanzas y variaciones en los cuentos tradicionales y el folclor mundial.
Algunos autores modernos y críticos literarios, muy influidos por el sicoanálisis de Sigmund Freud y Carl Jung, emplean la palabra mito de una forma más amplia a como se emplea en este artículo. La palabra mito se utiliza para referirse a símbolos y temas que comparten todos los pueblos en todo el mundo y que se sirven de lenguaje común para expresar las ideas, los valores y las emociones. Cuando se emplea en este sentido, el mito no se diferencia mucho de la leyenda o del cuento fantástico, o incluso de géneros literarios como novelas y dramas, consideradas como formas más recientes adoptadas por la necesidad de los tiempos para expresarse a través de los mitos.
Mitos
Los mitos, estrictamente definidos, son cuentos tradicionales que están cargados de elementos religiosos que explican el universo y sus primeros pobladores. Son historias que tanto el narrador como su audiencia consideran verdaderas y narran la creación y la ordenación del mundo, tareas normalmente llevadas a cabo por una deidad (dios o diosa) que existe en el caos, en el vacío o en algún mundo aparte. Con una serie de hijos y compañeros, la deidad da forma al mundo y lo llena de vida, e inicia una serie de aventuras y luchas en las que él o ella logra liberar el sol, la luna, las aguas o el fuego, regula los vientos, crea el maíz, las alubias o los frutos secos, derrota monstruos y enseña a los mortales cómo cazar y arar la tierra.
El ser que lleva a cabo estas tareas, el arquetipo o héroe cultural, puede presentar una forma antropomórfica (como Zeus en la antigua mitología griega) o animal (como el coyote y el cuervo en los cuentos de los indios norteamericanos) y con frecuencia cambia de forma. Algunas mitologías, como las americanas y las de África occidental, encierran ciclos completos en los que el héroe cultural es un embaucador, pequeño, ingenioso, codicioso, presumido, embustero y estúpido a la vez; una criatura paradójica que es engañada o se engaña a sí misma tanto como engaña a los demás. Anansi, la araña heroína de un gran número de cuentos tradicionales de África occidental, muestra a los seres humanos lo que no hay que hacer e ilustra el precio de la rebelión que supone apartarse del camino recto. Personajes parecidos de otras culturas son el conejo Brer de los cuentos afroamericanos, o el coyote, el cuervo y la liebre en los cuentos estadounidenses.
Leyendas
Las leyendas equivalen a una historia popular, e incluso cuando tratan de temas religiosos se diferencian de los mitos en que narran lo que sucedió en el mundo una vez concluida la creación. Tanto el narrador como su audiencia creen en ellas y abarcan un gran número de temas: los santos, los hombres lobo, los fantasmas y otros seres sobrenaturales, aventuras de héroes y heroínas reales, recuerdos personales, y explicaciones de aspectos geográficos y topónimos de lugares, son las llamadas leyendas locales.
Las leyendas se diferencian de la historia formal en su estilo de presentación, énfasis y propósito. Como otras formas de cuento tradicional tienden a adoptar fórmulas concretas, utilizando patrones fijos y descripciones características de los personajes. Por ejemplo, apenas se preocupan en detallar cómo son en realidad sus héroes. Jesse James, un bandido estadounidense, puede aparecer como un Robin Hood moderno o un Luis Candelas: un personaje de buen corazón que robaba a los ricos para repartir el botín entre los pobres. Los exploradores estadounidenses Davy Crockett y Kit Carson son prácticamente el mismo personaje en la leyenda. De la misma manera, Helena de Troya y Cleopatra (del antiguo Egipto), Deirdre (en la leyenda irlandesa) y más recientemente la actriz Marilyn Monroe han entrado a formar parte del folclor como símbolos de la belleza femenina casi sin matices diferenciadores. Algo similar, en cuanto a las pautas de los personajes, sucede en las historias de miedo, las leyendas locales y en algunos casos hasta en los recuerdos familiares, relatos que, aunque pueden presentarse como históricos, están demasiado trillados para ser tomados como verdaderos y objetivamente históricos.
Las "leyendas urbanas" son historias contemporáneas ambientadas en una ciudad; se toman como verdaderas, pero tienen patrones y temas que revelan su carácter legendario. El contexto de estas leyendas puede ser contemporáneo, pero las historias reflejan preocupaciones eternas sobre la vida urbana, incluyendo las intimidad, la muerte, la decadencia y, muy en especial, las gentes marginadas y fuera de la ley.
Coincidencias formales
Los intentos por definir con precisión las leyendas, los cuentos fantásticos y los mitos, pueden ser útiles, pero esas clasificaciones y definiciones nunca deberán tomarse como campos separados radicalmente, ya que las tres formas se superponen. Ciclos de cuentos como los relativos a los trabajos de Hércules o los del rey Arturo son una mezcla de leyenda y mito que funde ambas formas, y con frecuencia emplean ideas y temas que aparecen también en el cuento fantástico. Una de las razones principales por las que esto ocurre es que los cuentos cambian constantemente de función (y por ello de definición) conforme unas sociedades conquistan o se asimilan a otras, mezclándose y cambiando, por lo tanto, las creencias de los pueblos en contacto.
Sucede también que una narración que deja de ser aceptada como religiosa o filosófica puede sobrevivir como cuento o fantasía. Por otra parte, las heroínas y los héroes legendarios pueden asumir propiedades divinas, y sus aventuras adoptar significados mitológicos.
La definición de cuento tradicional depende de su función social y de la forma en que el narrador y la audiencia lo consideran en el momento de su existencia. Antes de ser llevados como esclavos a América, los africanos occidentales recitaban los relatos del conejo Brer como parte de su mitología, pero en América el cristianismo casi borró la religión africana y, aunque los afroamericanos continuaron recitando los cuentos del conejo Brer, esas historias perdieron su carácter mitológico.
Otras formas de cuentos tradicionales
Existen otras formas de cuento tradicional muy extendidas por todo el mundo. Los relatos de animales se engloban en dos categorías principales: los protagonizados por animales que pueden hablar y se comportan como seres humanos, y aquellos en los que las cualidades humanas de los animales son simplemente una convención que se acepta durante el curso de la narración; así sucede en los ciclos medievales de animales (por ejemplo, los cuentos de Reynard el Zorro) o en las fábulas, que se caracterizan por su moraleja. Cuando no son mitológicos, los cuentos de animales cumplen una función de sátira social o política, encubierta por la narración literaria.
Los cuentos de fórmula reiterativa incluyen las historias interminables o los cuentos de nunca acabar; los cuentos acumulativos, que parten de una frase básica a la que se van añadiendo otras nuevas (por ejemplo, el famoso A mi burro le duele la garganta), y los cuentos con un final inesperado, que abarcan desde las historias serias o ingeniosas a los juegos de palabras. Muchos de estos cuentos, como las patrañas, están relacionados con la gran cantidad de chistes y anécdotas graciosas que circulan en todas las sociedades. Este género comprende un amplio material, tanto lineal como equívoco, desde retratos sobre gente ignorante y loca, encuentros sexuales y confusiones producidas por equívocos lingüísticos o dialectos diferentes, como los modernos chistes malos.
Los cuentos cantados o recitados, otra forma de cuento tradicional oral, fueron muy populares en la región del Caribe (véase Literatura caribeña). Se trata de historias, a menudo un cuento de animales o un Märchen, con una canción o estribillo intercalada en la narración oral.
El papel del cuento tradicional
Los seres humanos siempre han sido contadores de cuentos, y allí donde no tuvieron una Biblia, libros de historia, novelas o relatos han formado a las generaciones más jóvenes con historias conservadas en su memoria, ya fueran personales, familiares, del clan o de la sociedad más amplia, y se han entretenido al amor de la lumbre con diversos tipos de cuentos tradicionales. Esta función social sigue viva: en la actualidad se practica tanto en la escuela, bien de manera oral bien a través de la literatura infantil -que ha recogido por escrito y en distintas versiones los cuentos tradicionales de todo el mundo-, bien en las familias o comunidades siempre que una persona mayor cuente una historia relacionada con la familia o un hecho histórico vivido personalmente y matizado por su experiencia

Cuentos de hadas
Historias de las intervenciones en los asuntos mortales a través de la magia de unos pequeños seres sobrenaturales del folclor, generalmente de aspecto humano, que habitan en una región imaginaria llamada tierra de las hadas.
En este mundo mágico se engloba además, de forma imprecisa, a los duendes, gnomos, elfos, genios, trasgos, trolls, enanos, banshees, silfos, espíritus y ondinas. La imaginación folclórica no concibe la tierra de las hadas como un mundo aparte, sino que hace vivir a los duendes en parajes tan comunes como las colinas, los árboles o los arroyos, y además usan ropas, adornos, muebles, casas y otros objetos semejantes a los de los humanos.
La creencia en los duendes y hadas fue casi un atributo universal de la cultura popular primitiva. En la antigua literatura griega, las sirenas de la Odisea de Homero son seres con poderes mágicos, y varios de los héroes de su Iliada tienen amantes que son hadas en forma de ninfas. Los gandharvas de la poesía sánscrita (véase Literatura sánscrita), eran duendes y hadas, igual que los hathors, o genios femeninos, del antiguo Egipto, que aparecían en el momento del nacimiento de un niño y predecían su futuro.
El primer testimonio escrito de cuentos fantásticos no aparece en Europa hasta el siglo XVI, con la obra de Giovan Francesco Straparola Noches agradables (1550). Pero es Charles Perrault con Cuento de mamá Oca quien despierta gran interés por estos temas. Las traducciones de Las mil y una noches ayudaron al desarrollo de este género literario. El triunfo llegó con el romanticismo de la mano de los hermanos Grimm, que realizaron una recopilación y estudio de cuentos de hadas de la tradición europea en Cuentos para niños y familias, obra de la que se hicieron siete reimpresiones de 1812 a 1857. Hoffmann, Andersen, Collodi, Bécquer y Fernán Caballero cultivaron este tipo de narración.
En el siglo XX se realizaron estudios sobre estos cuentos, entre los que destacan Morfología del cuento (1928) del soviético Vladímir Yakóvlevich Propp. El español Antonio Rodríguez Almodóvar en Los cuentos maravillosos españoles (1982) analiza los temas, periodos y autores del género en España.

Cuento hispanoamericano
Género narrativo cuya evolución en el continente muestra, al mismo tiempo, el influjo de las grandes corrientes literarias europeas y la capacidad para recrearlas, adaptarlas a las nuevas realidades estéticas y sociales, y finalmente superarlas en un esfuerzo de imaginación. Por todas estas circunstancias el cuento hispanoamericano es una de las manifestaciones literarias más notables en este siglo.
Siglo XIX
Aunque las fantasías exóticas elaboradas, a comienzos del siglo XIX a partir de modelos europeos, por el cubano Heredia pueden invocarse como un antecedente, se considera que la primera expresión cuentística que refleja la realidad hispanoamericana de un modo original es "El matadero", escrito por el romántico argentino Esteban Echeverría hacia 1839, y considerado una obra maestra del periodo. La obra permaneció inédita hasta 1871, cuando el crítico Juan María Gutiérrez la publicó en una revista de Buenos Aires; es decir, en una situación literaria y social completamente distinta, lo que permitía apreciar mejor sus valores permanentes. El relato es una síntesis notable de todas las formas narrativas de su tiempo y adelanta algunas de épocas posteriores: el artículo de costumbres, la leyenda romántica, la narración ejemplarizante, el realismo social, el naturalismo, y muchos más detalles. Nadie en ese periodo estuvo a su altura, pese a las esporádicas contribuciones del cubano Juan José Morillas, la argentina Juana Manuel Gorriti y el ecuatoriano Juan Montalvo. En el último tercio del siglo, los relatos con elementos fantásticos del mexicano José María Roa Bárcena y las irónicas tradiciones de Ricardo Palma agregan interesantes variaciones en el crepúsculo del romanticismo. Pero la expresión más original y moderna del cuento finisecular es la que brinda Eduardo Wilde, un autor que pertenece a la llamada generación de 1880 en Argentina, pero literariamente inclasificable por el carácter insólito de su imaginación.
Por el mismo periodo en que ese escritor empezaba a escribir, dos tendencias surgen con gran fuerza en el cuento: el realismo y el naturalismo, ambos de origen francés. El rasgo testimonial y crítico del primero y el determinismo cientifista y el pesimismo ideológico del segundo pueden encontrarse fusionados -a veces con rastros modernistas- en algunos de los grandes cuentistas alineados en estas tendencias: los uruguayos Eduardo Acevedo Díaz y Javier de Viana; los chilenos Federico Gana, Baldomero Lillo y Augusto D’Halmar; y los argentinos Roberto J. Payró y Fray Mocho.

El Modernismo y Las Vanguardias
La fase modernista y posmodernista, que comienza en las últimas dos décadas del XIX, significan un profundo cambio en estos modelos cuentísticos: surge el relato artístico, refinado, sugerente, con anécdota mínima y brillantes ambientaciones, con símbolos sensuales y decadentes. Las variedades del cuento modernista (véase Modernismo) son múltiples: la crónica-cuento de Manuel Gutiérrez Nájera, las brillantes parábolas y aguafuertes de Rubén Darío, las historias decadentistas de Manuel Díaz Rodríguez, y otros. Pero, sin duda, los dos grandes maestros asociados al postmodernismo son el argentino Leopoldo Lugones y el uruguayo Horacio Quiroga. Posteriores a ellos y vinculados en mayor o menor grado a las tendencias de vanguardia, aparecerán los argentinos Macedonio Fernández y Roberto Arlt, el guatemalteco Rafael Arévalo Martínez, el uruguayo Felisberto Hernández y el ecuatoriano Pablo Palacio. En la vertiente opuesta, neorrealista, criollista o indigenista, pueden mencionarse el peruano José María Arguedas, el uruguayo Enrique Amorim, el chileno Manuel Rojas y el puertorriqueño José Luis González.
Desde Jorge Luis Borges
A partir de la década de 1940 hay una notable renovación del género que escapa a las clasificaciones convencionales pues son una verdadera síntesis de formas estéticas muy diversas, que ya no tiene correspondencias europeas. La indiscutible gran figura es Jorge Luis Borges, creador de un mundo propio de fantásticas especulaciones basadas en fuentes metafísicas y teológicas. La madurez artística que el cuento hispanoamericano ha alcanzado a partir de 1950 queda ejemplificada en la obra de autores tan trascendentes como los argentinos Adolfo Bioy Casares y Julio Cortázar, los cubanos Alejo Carpentier y Virgilio Piñera, los guatemaltecos Miguel Ángel Asturias y Augusto Monterroso, el uruguayo Juan Carlos Onetti, los colombianos Gabriel García Márquez y Álvaro Mutis, el peruano Julio Ramón Ribeyro, los mexicanos Juan Rulfo, Juan José Arreola, Carlos Fuentes y José Emilio Pacheco, el uruguayo Mario Benedetti y los chilenos José Donoso y Jorge Edwards.
FIN
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