¡BIENVENIDOS AL BLOG DEL TALLER LITERARIO DESPERTARES!

Bienvenidos al blog del TALLER LITERARIO DESPERTARES de la Biblioteca Popular "Cultura y Progreso" de Morteros, Córdoba, República Argentina.

Este blog se inicia el 14 de junio de 2011 para publicar los trabajos de los participantes del taller, que funciona en la Biblioteca Popular "Cultura y Progreso".

Ilustración de la cabecera: "El desván de la memoria" de José Manzanares, creador de sueños, artista plástico de Linares, Jaén, España.

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martes, 29 de diciembre de 2015

287. ¿Cómo escribir un cuento?... 15 pasos para hacerlo


1. Recolecta ideas para tu cuento. La inspiración puede aparecer en cualquier momento. Lleva contigo una libreta (cuaderno) a donde quiera que vayas para poder anotar las ideas que se te ocurran.
La mayoría del tiempo solamente pensarás en pequeños fragmentos (un evento catastrófico alrededor del cual puedes construir un argumento, la apariencia de un personaje, etc.), pero a veces tendrás suerte y una historia completa se te presentará en unos pocos minutos.
Si tienes problemas para encontrar inspiración, o si necesitas escribir un cuento en muy poco tiempo (para una materia del colegio, por ejemplo), aprende a aprovechar el recurso de la lluvia de ideas o, si no aparece ninguna idea, puede ser necesario que te fijes en tu familia y amigos.
La experiencia generalmente ayuda a construir buenas historias. Los misterios de Isaac Asimov son el resultado de la experiencia de su autor.

2. Comienza con las características del cuento. Una vez que hayas elegido una idea, necesitas saber los rasgos básicos del cuento antes de escribir. Los pasos hacia un buen cuento son:
Introducción: presenta a los personajes, el lugar donde transcurre la historia, el momento en el tiempo, el clima, etc.
Acción inicial: el punto de la historia donde comienza la acción creciente.
Acción creciente: narración de los eventos que conducen al clímax.
Clímax: el punto más intenso o el punto de giro de la historia.
Acción decreciente: tu historia comienza su desenlace.
Resolución o desenlace: un final satisfactorio en el cual el conflicto central se resuelve o no. No es obligatorio escribir el cuento en orden. Si tienes una idea para escribir una buena conclusión, escríbela. Muévete de atrás hacia adelante o de adelante hacia atrás desde esa primera idea (que no necesariamente debe ser el comienzo de la historia) y pregúntate "¿qué pasa a continuación?" o "¿qué pasó antes que esto?".

3. Encuentra inspiración en personas reales. Si tienes problemas en entender o encontrar cualidades para tus personajes, mira hacia tu vida. Puedes tomar atributos de gente que conoces o de desconocidos que cruzas en la calle.
Por ejemplo, puedes prestar atención a alguien que siempre bebe café, alguien que habla con una voz muy fuerte, alguien que se la pasa escribiendo en la computadora, etc. Todas estas observaciones en conjunto te servirán para construir un personaje interesante. Tu personaje puede incluso concentrar los atributos de varias personas.

4. Conoce a tus personajes. Para que una historia sea creíble, los personajes deben ser creíbles y auténticos. Conseguirlo puede ser una tarea muy difícil pero hay algunas estrategias para crear "gente real" para incluir en tu historia.
Escribe una lista titulada con el nombre de tu personaje y escribe todos los atributos que se te ocurran, desde su posición en la orquesta hasta su color favorito. Conoce todo lo que puedas acerca de tus personajes, desde cuál es su motivación central hasta cuáles son sus comidas favoritas. ¿Hablan con un acento particular? ¿Tienen alguna singularidad en su manera de hablar? No incluirás esta información en la historia pero cuanto más sepas, más vida tendrán tus personajes, para ti y para el lector.
Asegúrate de que las personalidades de tus personajes no sean perfectas. Todos los personajes necesitan tener alguna falla, algunos problemas, imperfecciones o inseguridades. Puede parecerte que a nadie le gustaría leer una historia sobre alguien con defectos o debilidades, pero sucede todo lo contrario. Batman no sería Batman si no fuera un sociópata al límite.
La gente puede identificarse con personajes con problemas porque eso es algo realista. Cuando intentes encontrar los puntos débiles de tus personajes, no necesariamente debes darles un conflicto enorme o bizarro (aunque si quieres puedes). Para la mayoría de tus personajes, trabaja con aspectos que ya conoces. Por ejemplo, el personaje puede tener ataques de ira, tenerle miedo al agua, ser solitario, fumar demasiado, etc. Todo esto podrás utilizarlo para llevar tu historia más allá.

5. Limita la amplitud de tu historia. Una novela puede transcurrir a lo largo de millones de años e incluir múltiples tramas secundarios, varios escenarios y muchos más personajes. El evento principal de un cuento debe suceder en relativamente poco tiempo (días o minutos) y no será posible desarrollar con efectividad más que una trama, dos o tres personajes y un escenario. Si tu historia se extiende por sobre esto estarás más cerca de una nouvelle o una novela.

6. Decide quién contará la historia. Hay tres tipos de narradores para contar una historia: Primera persona (yo), segunda persona (tú) y tercera persona (él o ella). En primera persona, es el personaje quien cuenta la historia; en segunda persona el lector es un personaje de la historia; en tercera persona, hay un narrador por fuera de la historia. El narrador de segunda persona casi nunca se utiliza.
Ten en cuenta que los narradores de primera persona solo pueden decir lo que saben (que puede estar condicionado por lo que ven por ellos mismos o por lo que otros le cuentan), mientras que el narrador de tercera persona puede bien saber todo y además puede meterse en los pensamientos de cada personaje o limitarse a lo que observa.
También puedes mezclar y unir. Por ejemplo, puedes cambiar de un narrador de primera persona en un capítulo a un narrador de tercera persona en otro, o incluso más de un narrador de primera persona. Un ejemplo excelente de esto es el cuento "Rashōmon" de Akutagawa Ryūnosuke[1], que luego se convirtió en una película con el mismo nombre, realizada por Akira Kurosawa.

7. Organiza tus pensamientos. Una vez que hayas preparado los elementos básicos de tu historia, puede serte útil el hacer una línea de tiempo para marcar qué pasará y cuándo pasará.
Tu historia debe consistir por lo menos en una introducción, un incidente inicial, acción creciente, clímax, acción decreciente y resolución. Puedes hacer un esquema con descripciones sencillas de lo que pasará en cada una de estas etapas. Hacerlo te ayudará a concentrarte en escribir la historia y podrás realizar cambios fácilmente. Así podrás mantener el ritmo de la historia.

8. Comienza a escribir. Dependiendo de cuánto hayas esbozado la trama y tus personajes, la escritura real puede consistir simplemente en elegir las palabras adecuadas.
Generalmente, escribir es un trabajo arduo. Probablemente no conoces a tus personajes tan bien como pensabas, pero eso no importa. De alguna manera, ellos te dirán lo que necesitas. Además, siempre hay tiempo para un segundo borrador.

9. Comienza con estilo. La primera página (algunos dirían la primera oración) de cualquier escrito debe ganar la atención del lector de inmediato y hacer que quiera saber más.
Un comienzo rápido es especialmente importante porque no cuentas con demasiado espacio para contar tu historia. No divagues con introducciones largas para los personajes o descripciones aburridas del contexto: ve directo hacia el argumento y revela los detalles sobre los personajes y el contexto a medida que avanzas.

10. Sigue escribiendo. Antes de terminar tu historia, casi con seguridad tendrás algunos imprevistos. Debes atravesarlos para tener éxito. Dedica un tiempo para escribir todos los días y ponte como meta escribir al menos una página por día. Incluso si desechas lo que has escrito en esa jornada, has estado escribiendo y pensando en la historia, y eso te beneficiará a largo plazo.
Considera la posibilidad de participar en grupos de escritura o actividades. Una muy buena actividad para los escritores de todo tipo es el "Mes Nacional de Escribir Novelas" o "NaNoWriMo"[2] (en el Área de la Bahía de San Francisco, Estados Unidos). Cada año, del 1 al 30 de noviembre, tienes la tarea de escribir una novela de al menos 50.000 palabras. La calidad y la brillantez no están en juego; el objetivo es el acto de escribir. Échale un vistazo al enlace en la sección de referencias para obtener mayor información.

11. Deja que la historia se escriba sola. A medida que desarrollas tu historia, puedes decidir llevar el argumento hacia otro lado diferente del que pensaste en un comienzo o cambiar sustancialmente un personaje o sacarlo directamente de la historia. "Escucha" a tus personajes para ver si te piden hacer o decir otra cosa y no te preocupes por alterar tus planes si esto mejora la historia.

12. Revisa y edita. Cuando hayas terminado de escribir, ve hasta el principio y corrige los errores mecánicos, lógicos o semánticos. En general, asegúrate de que la historia fluya y que los personajes y sus problemas sean presentados y resueltos apropiadamente.
Si tienes tiempo, deja la historia durante algunos días o algunas semanas antes de comenzar con la edición. Poner un poco de distancia te ayudará a tener más claridad cuando la retomes.

13. Busca opiniones. Envía tu cuento revisado y editado a un amigo o pariente para que te dé su opinión o sugerencias y realice correcciones. Hazle saber que deseas opiniones auténticas acerca de tu cuento. Dale tiempo para leerlo y pensar en ello y envíale una copia sobre la que puedan hacer anotaciones.
Considera todo lo que tus revisores te digan, no solamente lo que te gusta escuchar. Agradece a tus revisores por leer tu historia y no discutas con ellos.
Incorpora cualquier cambio o sugerencia que te hayan propuesto y te parezca válido. Tu trabajo será mejor si aprovechas las críticas, aunque no debes seguir todos los consejos que recibes. Algunas sugerencias pueden no ser muy buenas. Es tu cuento y tú tienes la decisión final.

14. No te rindas. Puede ser frustrante tener problemas para escribir. Puedes quedarte sin impulso, enojarte con los personajes, o sentirte triste o culpable porque un personaje que te gustaba ha muerto.
Solo debes saber que, con toda probabilidad, dudarás de tu habilidad para escribir en algún momento de tu historia. Esto es algo totalmente normal. Sentirás que no vale la pena continuar y que es mejor buscar satisfacción en otra cosa. Estos pensamientos pueden apoderarse de ti y hacerte abandonar en ese preciso momento. No te rindas.
Una de tus tareas más difíciles como escritor es aprender a superar estos pensamientos y seguir escribiendo. Cuando comienzas a tener sentimientos de duda, o te cansas o aburres, ¡deja de escribir! Puedes levantarte, salir a caminar, hacerte un sándwich, mirar televisión o lo que sea para relajarte y distenderte. Cuando regreses, tendrás la mente fresca. Es posible que todavía no sientas ganas de escribir, pero piensa en las cosas buenas de tu historia (lo que sea, desde una parte que te gustó cómo escribiste, un diálogo bien construído, un personaje interesante, etc.) y felicítate. Estás haciendo algo que la mayoría de las personas no pueden.
Si alguien más sabe sobre tu historia y la ha leído, esa persona también puede ser una buena fuente de ánimo. Repite en tu cabeza que terminarás la historia porque es lo que deseas. No importa si el cuento no es el mejor que escribas en tu vida, vendrán otros luego. Si tienes la meta de terminar, lo lograrás.

15. ¡Lee! Nada puede ayudarte más a escribir un buen cuento que leer buenos cuentos. Presta atención al estilo y a cómo el autor saca provecho de la brevedad del texto.
Leer distintos autores y estilos te ayudará a aprender a adoptar diferentes voces para cada cuento que escribas y hará crecer tu creatividad. Presta atención a cómo los autores desarrollan sus personajes, escriben los diálogos y estructuran la trama. Aquí tienes algunas sugerencias:
"Yo, Robot", de Isaac Asimov
"Pasos", de Jerzy Kosinsky
"La célebre rana saltarina del distrito de calaveras", de Mark Twain
"La vida secreta de Walter Mitty", de James Thurber
"El sonido del trueno", de Ray Bradbury
"Tres preguntas", de Leo Tolstoi
"El señor pringoroso y los critales de poder" de Andy Stanton, para los niños (esta es básica)
"Secreto en la montaña", de Annie Proulx
"¿Los androides sueñan con ovejas eléctricas?", de Philip K. Dick
Importante: muchos de estos cuentos fueron transformados en películas exitosas, o se han convertido en referencias culturales comunes. Por ejemplo, "El sonido del trueno" nos presenta la idea de "El efecto mariposa". Las historias de Philip Dick nos han dado Blade Runner ("¿Los androides sueñan con ovejas eléctricas?"), Total Recall, Minority Report, A Scanner Darkly y muchos otros.

http://es.wikihow.com/escribir-un-cuento

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