---Bajo la luz de las velas, tuve mi cena romántica.
Mientras el cálido sabor del hogar, afloro en mí su alegría sin fin.
Descorchamos sueños, que anhelo como familia.
Entre un apetitoso estofado con verduras salteadas al horno; llego a nuestras vidas el canto y danzar de su Amor.
En esta noche de luna llena llegue de hacer compras, como si fuera una flecha conducida por una nube voladora. Me deslice al fondo de mi interior y sobre la mesa el sueño de los deseos se transformó en mi experiencia familiar.
Donde en el espacio, crecieron mis lecturas de juegos teatrales como me los contaron mis padres en el libro de la selva. Quede iluminada en la escena musical del Rey León.
“--- ¡Que encantadores momentos!’’ ---- Me narro, al estar juntos comento que me dejaría una señal la que me transmitió con la música que me toco en el piano.
Florecieron con mis historias de cuento, dedicatorias, imágenes plasmadas en esas páginas que trasmito en las nuevas generaciones dibujo con mis seres queridos la puerta mágica que me transporta al libro de la vida sumergida en un mar de lágrimas, que me hacen flotar con sus sentimentalismos
Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 01/07/2015
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