Un dĆa salió el solo a ese bar, pero en el camino se cruzó con el gato Maquiavelo que lo perseguĆa.
Entonces se fue por otro camino, asà pudo escaparse de él.
Al fin llegó al lugar donde esperaba ayudar a los cocineros, les agradó su compaƱĆa, por eso un chef se lo quedó como su mascota. Juntos demostraron a la gente lo buenos que eran para deleitarlos con sus manjares.
Hasta que de pronto en medio de la sala el gato los sorprendió con sus maldades, saltando de mesa en mesa, tumbó la vajilla aunque el ratoncito muy astuto llamó a su familia, para que le dieran una mano con ese perverso animal, todos unidos formaron una muralla arrojÔndolo afuera, asà no molestó mÔs y pudieron seguir con sus planes.
Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 22/04/2012
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