Adán y Eva en el Paraíso, Tiziano
Estaban Adán y Eva en la ciudad.
Cuando un hombre se les presentó y les dijo: - Los invito a trabajar en una
confitería, vengan el lunes a las 18 horas.
Al llegar un Señor llamado
Manfredo los amenazó y encerró en una habitación. Mientras ellos veían la forma
de escapar de ese lugar de esclavitud.
De pronto un ruido del cielo los
iluminó con su destello de luz, se escuchó una voz que les comentó: - Salgan
por la puerta trasera sin que los vean que yo me encargo de mandarles a mis
protectores para que los cuiden; así fue. Enfrentaron a los secuaces de este
supuesto empleado de la confitería que los engañó gracias a la ayuda de los
hombres del cuidador, exponiéndose a una guerra de armas provocada por los
malvados.
Atravesaron un portal y se
chocaron las bombas del mal con el fuego del bien, produciéndose una explosión
que los hizo volar por el aire.
Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 11/06/2014
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