De joven, el poeta árabe Abu Nuwas le pidió permiso a su maestro para escribir un poema propio.
—Cómo no —dijo el maestro—. Pero antes debes aprenderte de memoria o conocer mil poemas.
Abu Nuwas fue a aprenderlos y a familiarizarse con ellos. Cuando volvió, largo tiempo después, durante días y días pasó la prueba de repetir o mostrar que conocía los mil poemas. Al cabo le preguntó a su maestro si podía escribir ya un poema propio.
—Cómo no —dijo el maestro—. Pero antes olvida los mil poemas.
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