es un cristal roto
y las palabras con suave olor a jasmín
revolotea dentro de mí como el viento,
caigo en un sueño estrellado.
La hora ambarina,
me vempapo de su lluvia
vi como danzan las jojas teñidas
de crepúsculo envolviéndome.
En el aire,
unos exquisitos perfumes maduros
se impregnaron en mí,
como una huella imborrable.
A mi alrededor,
sus ojos de pájaros
me miran.
Mi emoción se refleja,
en mis ojos brumosos.
Estoy perdida
en medio de nubes nómades
que vienen y van
las que arrastran mi vida
a un mar de ilusión
y mis lágrimas reflejan al Amor
que con el tiempo se esfumó
pero en el infinito
quedó pintado el sentimiento
que vivimos en el recuerdo de los dos.
Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 29/06/2013
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