En el libro mágico de los sueños, entretejí nuestra historia, aquella que de niño solía jugar.
Aunque muy solo me sentía hasta que de pronto un hada con su varita me decía:
—No te sientas triste yo estoy aquí te acompañaré atrévete a cantar.
En ese momento como si hubiera nacido de mi interior una canción salió, comencé a recitar.
Hay una luz en algún lugar,
allí dónde los sueños se hacen realidad.
Hay una luz que no se ve,
brilla desde adentro, desde la niñez.
Para volver a despertar, no te olvides nunca dejes de soñar,
nunca dejes de soñar.
Después de mi actuación todo mi mundo se iluminó de luces y colores como si un coro de niños me visitara.
Eran ángeles que mi sueño velaban, mientras que en mi cama descubrí que vivía como si estuviera en un colchón de nubes, cantando con mis amigos en la libreta de mis deseos.
Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 28/07/2012
1 comentario:
Nunca dejes de soñar, que hermosa consigna! hay que atreverse a soñar, y seguir el camino que nos marca nuestros sueños. A veces es muy difícil. Más fácil, resulta el camino conocido.
Hermoso. Saludos
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