Mientras vagaba por la llanura la huérfana Herminia, iba con su caballo chispitas sin saber que rumbo tomaría para llegar a otra tierra lejana. Hasta que de pronto su caballo perdió la herradura.
En ese momento, ella trato de hacerlo seguir pero una niebla espesa cubrió todo a su alrededor, se vieron sumergidos en un mar profundo, perdidos en la oscuridad de la noche.
A lo lejos divisaron un castillo. Viajaron hacia allá justo cuando unos hábiles hechiceros se les interpusieron en el camino y les preguntaron:
-¿Qué buscan por acá?
Un lugar para vivir. Entonces vengan les mostraremos nuestra mansión. Fue así que entablaron una exitosa amistad y juntos aprendieron a hacer hechizos con objetos, que convirtieron en helechos y soñaron con un mundo de ilusión, en el que brotaron plantas comestibles para compartir con todos.
Así se olvidaron que un día muy solos estaban pero con estos nuevos amigos la diversión acechaba.
Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 10/07/2012
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