El anacoluto o solecismo es un cambio repentino en la construcción de la frase que produce una inconsistencia, como si se hubiera cambiado la estructura sintáctica a mitad de la frase. Es habitual e inconsciente como parte del habla informal, pero en algunos casos se utiliza intencionalmente, como figura retórica. En este caso suele denominarse reticencia, y consiste en dejar incompleta una frase o no acabar de aclarar una especie, dando a entender el sentido de lo que no se dice.
Etimología Anacoluto proviene del latín anacoluthon, y este del griego ἀνακόλουθον (anakólouthon; ‘que no sigue’, ‘inconsecuente’); palabra compuesta con el prefijo privativo ἀν- (an-) y la raíz ἀκόλουθος (akóluthos; ‘acólito’, ‘consecuente’, ‘compañero de camino’).
Su prácticamente sinónimo, «solecismo», proviene del latín soloecismus, que a su vez deriva del griego σολοικισμός (soloikismós, ‘error sintáctico’). Su origen es la palabra σόλοικος (sóloikos), aplicada a los habitantes de Solos (en Cilicia), que hablaban una variedad de griego muy peculiar.
Ejemplos
A menudo, se produce anacoluto porque el hablante enuncia un sintagma nominal que aparentemente va a ser el sujeto de la frase, pero después opta por una estructura sintáctica distinta, en la que el sujeto es otro:
Mi compañera, sus padres son de Murcia.
Nosotros, no nos gustan esas historias.
También es habitual el anacoluto en las oraciones de relativo, en las que el pronombre que las introduce resulta no tener función sintáctica clara:
Han sacado una pastilla que quien la toma es feliz para siempre.
https://es.wikipedia.org/wiki/Anacoluto
Los textos, sus anacolutos
Es bastante obvio que no escribimos como hablamos. Y no es solamente que la escritura no reproduce todas las inflexiones de la voz; hay construcciones que se consideran inapropiadas en la lengua escrita, a pesar de que son comunes en el discurso oral. Uno de los casos más conspicuos quizá sea el de los anacolutos. Se produce un anacoluto cada vez que una frase no está vinculada sintácticamente con el resto de la oración. Por ejemplo: La señora María, sus hijos fueron al cine. Aquí La señora María no tiene función dentro de toda la oración (no es el sujeto, ni el objeto directo ni nada de eso). El discurso normativo prohíbe este uso enérgicamente, y exige una oración como: Los hijos de la señora María fueron al cine.
No es ocioso preguntarse el porqué de esta exigencia, sin embargo. Especialmente porque el anacoluto en textos escritos tiene una muy ilustre prosapia. El Quijote (así como otros muchos textos del Siglo de Oro) está plagado de ellos (para espanto de muchos gramáticos y editores puristas); he aquí algunos ejemplos cervantinos, tomados de este simpático estudio en el Centro Virtual Cervantes:
-El ventero, que no conocía a don Quijote, tan admirado le tenían sus locuras como su liberalidad
-Las pastoras de quien hemos de ser amantes, como entre peras podremos escoger sus nombres
-Dio orden a todos sus criados del modo que habían de tratar a don Quijote, el cual, como llegó con la Duquesa a las puertas del castillo, al instante salieron dél dos lacayos
Quizá en el Siglo de Oro la distinción entre español escrito y hablado era menos acusada de lo que es hoy. En todo caso, hoy jueves en Peru21.com, los redactores renuevan esta ilustre tradición y producen un anacoluto peculiar:
“(Hugo Chávez) tiene una personalidad llanera, por eso actúa como un boca floja, por eso hay que entenderlo”, agregó a la sazón la esposa de Humala durante su presentación en el programa televisivo ¡Qué tal Mañana!, que si bien es un magazine, las afirmaciones de Nadine llevaban un tono convincente.
Aquí el problema surge porque el pronombre relativo que (en que si…) parece estar vinculado a dos cláusulas al mismo tiempo: una con el verbo es y otra con el verbo llevaban. Es claro cuál es su función en el primer caso (es el sujeto de es un magazine), pero el pronombre relativo no tiene función dentro de la segunda cláusula (las afirmaciones de Nadine llevaban un tono convincente). ¿Por qué se ha producido semejante situación?
Mi sospecha es que la redacción original incluía un anacoluto más clásico:
“(Hugo Chávez) tiene una personalidad llanera, por eso actúa como un boca floja, por eso hay que entenderlo”, agregó a la sazón la esposa de Humala durante su presentación en el programa televisivo ¡Qué tal Mañana!, que si bien es un magazine, sus afirmaciones llevaban un tono convincente.
El redactor o el editor, siguiendo la exigencia normativa, corrigió el texto mecánicamente, creando un anacoluto todavía más espectacular.
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# posted by Miguel Rodríguez Mondoñedo @ 4:59 PM