Déjeme abrigar una mínima esperanza,
hasta que la encuentre toda.
Hasta el final del camino le pediría
una mínima sonrisa de consuelo
y cuando llega al fin la noche,
darle las gracias porque está allí.
Déjeme abrazar una mínima esperanza.
Una mínima sonrisa de consuelo,
hasta que encuentre mi paz.
Una caricia mínima de amigo.
Déjeme abrazar una mínima esperanza
Ya sé que somos egoístas, pero,
abriguémonos de bien y lo estaremos.
hasta que la encuentre toda.
Hasta el final del camino le pediría
una mínima sonrisa de consuelo
y cuando llega al fin la noche,
darle las gracias porque está allí.
Déjeme abrazar una mínima esperanza.
Una mínima sonrisa de consuelo,
hasta que encuentre mi paz.
Una caricia mínima de amigo.
Déjeme abrazar una mínima esperanza
Ya sé que somos egoístas, pero,
abriguémonos de bien y lo estaremos.
Silvia Herrera
4 comentarios:
Silvia, que bello. La sensación que me transmite es de paz y de serenidad. La esperanza es eso...la espera...permanece. Si se alcanza lo deseado, deja de ser necesaria.
Creo que es un buen poema. Caomunica esperanza, trasciende...
Cecilia;Los humanos somos así de impredescibles al igual que especiales. Hay que darnos mucho en estos tiempos y acompañarnos mutuamente. Saludos
JULIE: Que el mensaje de paz se agigante,trascienda y llegue a todos. Un saludo.
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