¡Oh, Saxofón, mágico objeto de redondeadas formas!
En tu interior musical,
el perfumado aire se desplaza
como vientos alisios por angostos desfiladeros
de llaves con juegos laberínticos de notas y silencios.
Instrumento sin principios ni fin
de dorado rostro metálico,
pulido de corcheas y pentagramas.
¿Qué misteriosa mente te construyó?
¿Qué pensamientos amalgamados en virtuosa visión?
El tiempo te pertenece.
Solo Yo soy tu instrumento
que soplo hasta el último respiro,
en tu magia de redondeadas formas y finita existencia.
Marcelo E. Pavese