La noche sosegada,
dejo caer sus lágrimas en mi ser.
Con un dibujo por mi alma tus besos de amor,
como el amanecer.
La música callada, resonó en las paredes de mi interior,
y vibro como las notas que elevan mi voz.
Sobre la cena enamorada entretejo la pasión con el río de tanta emoción.
Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 10/06/2015
Son las hojas que sueñan ser árbol.
ResponderEliminar¡Gracias, Jorge, por tu visita y comentario!
ResponderEliminarNo encontré la manera de dejarte un comentario en tu blog...
Saludos cordiales.