Bajo
la inmensidad del mar
encontré
un camino aislado,
junto
a un sendero desolado.
Tapado
de cosas
arrastradas
por la marea.
Me
deje llevar a lo profundo
y su
ímpetu me condujo,
a
una playa desierta.
Bañándome
con su perfumado oleaje,
descubrí
un mundo distinto
en
el que me sumergí
Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 25/09/2014
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